Wiki Zombies fanon
Advertisement



El Día que las Sonrisas Desaparecieron[]

El colegio había quedado en la perdición, era un lugar donde solo rondaban esas cosas, solo quedado nosotros 2 y habíamos perdido total esperanza de ser salvados. Quedaba solo la pistola, un cuchillo y una escopeta con 3 cartuchos. Pensamos y dijimos...nadie más queda, la ciudad se perdió y la ayuda nunca llego…sería buena idea gastar las últimas 2 balas de la pistola, ¿No? Aunque podríamos usarlas junto con la escopeta para salir del colegio y buscar refugio en la ciudad, suministros. De todas formas ella no quiso, así que elegimos el primero... Antes de que todo terminara…todo pasó.

Dos semanas antes... 


9 de agosto del 2011 3:47 p.m. 

Día normal, tarde normal...estábamos en clases. 

La mayoría de las veces los días siempre eran aburrido a esta altura del mes…y todavía faltaba para la semana del estudiante, así que este día pusimos música a lo grande y comenzamos a divertirnos a lo grande en el colegio…habíamos pedido permiso antes. 

Me llamo Benjamín Antúnez, tengo 17 años, estoy en mi último año de secundaria y haría lo que fuera por pasar a lo grande en este último año. Durante 3 años me gusta una chica de mi propio curso y nunca fui capaz de hablarle, se llamaba Cecilia Bordón y dentro de 2 días será su cumpleaños…estoy tratando de conseguir un regalo especial para ella, aunque no se que podría ser, necesito ayuda… ¿Un peluche? Podría ser 

Buena música, compañeros divertidos, mujeres lindas…bueno, eso se los debo, ¿Faltaría algo más? Si, juegos recreativos y torneo de futbol. 

Algunos de mi salón saben lo de esta chica, y muchas veces insistían en que hable con ella y le dijera la verdad, de todas formas nunca les hice caso. Este día trate de acercarme a ella…aunque no se qué estaba haciendo. Esa tarde la vi sola, me acerque, la salude y comenzamos a charlar…al menos lo estaba intentando. 

Benjamín – Hola. 

Cecilia – Hola. 

Benjamín – ¿Por qué tan sola? Es un día recreativo… 

Cecilia – (Riendo) No estoy con mucho humor hoy. 

Benjamín – Oh que mal…pues por si acaso te dejo sola entonces. 

Cecilia – (Siguiendo con la risa) No te vayas, no te he hecho nada a ti. 

Benjamín – Era broma, y puedo preguntar… ¿Qué es lo que pasa? 

Cecilia – Problemas en casa…solo eso, no es nada. 

Benjamín – Ok, como digas…pues, ¿Te estás divirtiendo? 

Cecilia – Si, muy buena la música…aunque el DJ no es de alta clase, digámoslo así. 

Benjamín – Si, te entiendo…igual Rolon no fue lindo ni cuando nació. De niño podría decirse que se le cayó en un balde de pintura negra…y luego un panal de abejas estaba cerca, tiro una piedra y consiguió que le piquen un montón por su cara. 

Cecilia – (Se reía cada vez mas) ¡¡Que racista…!! No confundas pintura negra con piel de carbonilla encarnada y comer tanto jamón que te salga volcanes por toda la cara. 

Benjamín – (Riéndome) Y me llamas racista a mi…recuerda que tampoco somos perfectos y podemos ser castigados. 

Cecilia – Si, pero de seguro que hasta el cielo lo rechazaría por mala pinta. 

Benjamín – Si, es divertido criticarlo...por cierto, ya termina la hora y habrá que volver al curso, no hay muchas ganas de pensar en matemática. 

Cecilia – Si, y que lo digas…pero bueno, es lo que queda. Podemos seguir la conversación en la noche si quieres…aunque el ambiente está un poco fresco como para salir. 

Benjamín – Tienes razón, pero no importa…pasare por tu casa. 

La hora había terminado, y volvimos al curso, debíamos sentarnos en lugares diferentes debido a los grupos que se formaron en el pasar de los años. Además de que odiaba tener matemáticas, no me quedaba otra que tener que escuchar al profesor hablar de números, incógnitas y logaritmos, yo solo trataba de mirar a Cecilia sin parecer distraído. 


8:19 p.m. 

En la noche, fui a casa de Cecilia…me pidió que esperara adentro mientras se alistaba. Estaba esperando bajo el techo del garaje cuando aparece Johana…hermana menor de Cecilia y podría decirse que es alguien con muy y poca, y además de poca, mala relación conmigo. 

Johana – Lo que me faltaba…venir a verte acá. 

Benjamín – Dios santo, como si yo estuviera alegre de verte… 

Johana – Marlene no está, así que gracias por venir. 

Benjamín – Tranquila…vine con tu hermana, así que si queres salúdala de mi parte. 

(En ese momento sale Cecilia y nos ve a los dos). 

Cecilia – ¿Pasa algo…? 

Johana – (Apuntándome) Un metro de distancia a ella…chau Ceci. 

Benjamín – Gracias, yo también te quiero Johana. 

Cecilia – ¿Siempre son así entre ustedes? 

Benjamín – Algo parecido…a veces es peor. Bueno… ¿Vamos? 

Cecilia – Emmmm si… 

Al salir, fuimos a la plaza, caminamos un rato para no sentir mucho el frio. Me hablo de ella, de sus amigas…que a propósito tiene pocos, de su familia y también sobre sus gustos...al igual que yo. 


10 de agosto 2:37 a.m. 

Nos sentamos un rato, dimos varias vueltas alrededor de la fuente, hasta que fuimos hacia la estatua de San Martin a sentarnos de nuevo. Incluso hablábamos del colegio… 

Benjamín – Dime una cosa, ¿Cómo haces para tener tanta paciencia a las demás personas? Mariana, Yanina, Yamila…todas ellas (Riéndome), digo…yo cuando estoy con las mujeres del curso, no paran de hablar ni un segundo. ¿Cómo lo haces? 

Cecilia – Bueno, lo que hago…es ignorarlas. Si, puede que les haga caso todo el tiempo, pero eso no impide que yo siga con lo mío…en vez de estar horas y horas escuchando las tonterías que hablan. Si llegara a decir algo, serian todas las mujeres contra mí, y puede que Yamila se ponga de mi lado, y obviamente Cecilia (Anahi). 

Benjamín – Tienes mucha paciencia… 

Cecilia – Hay momentos en que, me dan ganas de… (Haciendo gesto de ahorcar o estrangular) 

Benjamín – (Riéndose) ¿Y porque no lo haces? 

Cecilia – Pues ya ves porque. (Cambiando de tema) Pregunta personal, ¿Cómo te llevas con tu familia? Espero no te moleste la pregunta… 

Benjamín – No, descuida. Mi familia…es algo digamos, especial. No soy de llevarme mucho con mis hermanos, mis padres siempre trabajan y tienen poco tiempo ya que cuando salgo del colegio ellos tienen partido de futbol, mi padre es entrenador y mi madre coordinadora. 

Cecilia – Igual que la mía… 

Benjamín – Así es, y…muy pocas veces tienen tiempo para mí. Solo los fines de semana o cuando no tengo clases. Mis hermanos son algo molestos, tanto yo como ellos estamos de acuerdo en que soy yo la oveja negra de la casa. Mi hermana es enfermera y cada vez que sale de trabajar, llega en casa y duerme. Si tiene tiempo se queda un rato, sino vuelve a trabajar…es algo cansador a veces. 

Cecilia – En mi casa no es tan así, al igual que tu como dijiste recién…para mis hermanos, yo también soy la oveja negra de la casa. Me encierro en mi pieza, salgo solo para tomar Terere, ver tele o comer algo…a veces peleo mucho con Johana, Luis es molesto pero casi nunca está dentro de la casa. Mi mama seria un caso serio, solo me hace caso cuando soy yo la que se acerca a ella…porque resulta que al verme, recuerda que tiene una hija de 17 años que aun vive en la casa y dentro de poco está a punto de recibirse. 

Benjamín – Cierto…olvidaba que mañana cumples 17. 

Cecilia – 17…creo me estoy haciendo vieja para mi edad. 

Benjamín – Pero aun seguís siendo linda. 

Cecilia – (Sonriendo) Pues…gracias, al menos lo dices directo…y no como muchos que lo dicen por mensajes, internet o me termino enterando de otras personas. 

Benjamín – Si, eso un tema para los débiles…por cierto, creo que ya se está haciendo tarde y mañana hay clases. Te acompaño de vuelta hasta tu casa… 

Cecilia – Si, tienes razón había olvidado…de acuerdo, vamos. (Ayudándole a levantarse) 

Habremos estado hasta un poco más de las 3 de la madrugada. 

Le acompañe de vuelta a su casa… 

Cecilia – Linda noche…la pase muy bien a pesar del frio, ojala un día pueda repetirse...bueno si es que puedes. 

Benjamín – Si, no tengo problema, la verdad últimamente no paso mucho tiempo de noche en casa…la mayoría de las veces salgo. Aunque espero que tu tampoco, solo debas avisarme y yo estaré presente, sea la hora que sea. 

Cecilia – De acuerdo, es un hecho. Entonces, ¿Nos veremos mañana en el colegio? 

Benjamín – Como dije, estaré presente. 

Cecilia – Has estado muy gracioso hoy, y por cierto…espero no tengas pesadillas de todo lo que te conté hoy o ayer, como quieras tomarlo por la hora. (Riéndose) 

Benjamín – No creo, aunque si tengo pesadillas…me vengare mañana, igual puede que tengas el mismo efecto con todo lo que yo te conte. (Siguiendo su sonrisa) 

Cecilia – Bueno…lo veremos, nos vemos mañana. Buenas noches. (Se despide con un beso en mi mejilla y una sonrisa que me quedo en la mente). 

Benjamín – Buenas noches…que descances. 

Entro, se despidió con un gesto y cerró el portón, yo tenía que irme a pesar de que el frio estaba empeorando por la hora que era…y además de que me había quedado quieto mientras nos despedíamos. 

Al llegar a mi casa, veo mi celular…me había llegado un mensaje. 

“Avísame cuando llegas a casa, ya estaré durmiendo pero al menos sabré que llegaste bien. Me gusto y la pase muy bien esta noche y espero volver a repetirlo. 

Buenas noches…” 

Al terminar de leer recordé su sonrisa, creo que me había gustado demasiado. Respondí le mensaje que ya había llegado a casa…y que ojala yo también quisiera repetirlo. Deje el celular a un lado y me dormí. 


11:16 a.m. 

Era hora de levantarse, aunque quería seguir en mi calentita cama…ya se hacia un poco tarde y en un rato llegarían mis padres, y ello de seguro que me levantarían a la fuerza. Revise mi celular y no había nada… 

Fui para cepillarme y mientras lo hacía, me mire al espejo y recordé a Cecilia, recordé su rostro y su sonrisa. Creo que cualquiera podría enamorarse de alguien así. Hasta sonreía solo cuando la recordaba. Luego de eso desayune un poco, mis hermanos estaban en el living con la tele prendida y mas que colgados por el Facebook, ni se molestaron en darse cuenta que me había levantado. Mi hermana estaba durmiendo, había trabajado toda la noche y volvió a las 4, unos minutos después de que yo llegara, menos mal no se habían dado cuenta o habría un discurso de por medio. 

Ya se hacían más de las 12 y debía comer o llegaría tarde al colegio. En ese momento llegaron mis padres, habían traído comida hecha. Almorcé rápido, hable poco con mis padres, había despertado mi sobrina y luego mi hermana…luego tuve que irme, tenía la tan mala suerte de vivir a 2 km. del colegio, mientras que Cecilia solo vivía a 4 cuadras. 


2:15 p.m. 

Estábamos en clase, hablando con mis compañeros de cualquier cosa, aunque ya habíamos recibido quejas del profesor por no atender, igual seguíamos con lo nuestro. Un rato después me llega un mensaje al celular... 

-"Parece que dormiste bien anoche, aunque... ¿Por qué no viniste a saludarme?" 

Cuando lo leí, miro a mí alrededor y la veo a ella riéndose. Luego le respondí: 

-“Me quedo tu linda sonrisa de despedida en mi mente…y disculpa, hasta el momento no nos cruzamos, y se te veía tan tierna hablando con tus amigas.” 

-"¿Solo la sonrisa? ¿No yo?" 

No respondí el mensaje. 


3:02 p.m 

En el recreo...estaba en el playón, cerca de los parlantes, obviamente un poco alejados ya que me molestaría los oídos. Un rato después llega Cecilia... 

Cecilia – Un chico divertido en su último año de secundaria… ¿Se sienta solo? Mientras que sus demás compañeros están divirtiéndose a lo grande. 

Benjamín – Me gusta la tranquilidad, y cada vez que salgo de casa no es un buen día para mi…además tú también estabas sola ayer. No puedes hablar… 

Cecilia – Si, pero la diferencia es que yo estaba esperando a que vinieras a hablarme. (Y se sienta a mi lado) 

Benjamín – Muchas veces estuve solo, ¿Por qué no venias a hablarme? 

(Sonriendo y mirando a sus amigas...) 

Cecilia – Porque ayer me di cuenta de algo, y ahora sé que estoy segura... 

Benjamín – ¿Segura de qué? 

Cecilia – De que tú también gustas de mí… (Mirándonos fijamente) 

Benjamín – ¿A que...te refieres con… "también"? 

Cecilia – Tú sabes... ¿No? 

En ese momento me agarra de la mano y acerca su cara...me mira directamente a los ojos y con la misma sonrisa que tenia la noche anterior, se acerco más y más hasta que cierra sus ojos al igual que yo. Estábamos a punto de darnos el beso que tanto esperaban todos…todo estaba por pasar, pero en vez de eso sucedió otra cosa. 

Una chica salió gritando y corriendo hacia el playón del colegio, eso nos interrumpió por completo, pero al ver que pasaba...más de 40 personas entraron y comenzaron a atacar a todos. La mayoría del colegio que estaba allí en el playón, fueron atacados...al principio no llegue a ver nada, solo sé que todos corrían y trataban de esconderse.

Yo agarre a Cecilia y la lleve al segundo piso como todos hacían, pero luego vi algo demasiado feo…uno de esas cosas comiendo el brazo a un estudiante. En ese entonces lo único que hice en ese momento fue ayudar a todos mis amigos hasta que estén arriba, aunque solo pude salvar a algunos. 

Deje a Cecilia con Anahi y Yamila, pensaba que ya no quedaba nadie, hasta que oí otro grito...una de mis amigas, Viviana, estaba siendo perseguida por una de esas cosas, pues antes de llegar a la escalera tropezó, me quede pálido y antes de que sea atacada, reaccione y agarre una silla, le grite para que se agachara…al hacerlo golpeé a ese (como lo llamaron) "zombie" tirándolo lejos, luego ella se desmayo por el susto. Tuve que cargarla y cuando vi...aparecían aun más y venían hacia nosotros, así que les dije que tiraran cosas en la escalera, lo que sea para tapar el camino. 

Subí y deje a Viviana en manos de su hermana. Trate de reanimarla pero no respondía, estaba muy fría. Vi como muchos estaban sangrando, parecía faltarles pedazo de carne en su brazo y hasta en sus piernas. Una chica estaba completa pero cuando fui a hablarle, ya no tenía pulso, habrá muerto del susto…así que solo cerré sus ojos y la acosté en el piso. Todo el mundo tiraba sillas, bancos, escritorios y puertas para tapar las escaleras. 

Asustados, arrinconados…no sabíamos que pasaba. No sabíamos que hacer… 

Benjamín – Dios mío, ¿¡Qué esta pasando!? 



Estado de Emergencia[]

El colegio estaba siendo atacado por…"zombies". Muchos estaban aterrados…congelados, algunos como si nada importara seguían normales y otros…no podían siquiera hablar.  Las escaleras estaban bloqueadas, había una salida de emergencia al fondo del pasillo a la derecha…pero nadie quería salir, no se animaban a enfrentar a esas cosas.  Todos veíamos lo que pasaba...abajo solo se escuchaba gritos de desesperación, de dolor. Más de uno se desmayo por el miedo. La chica que murió era de 4to año, habrá tenido un paro debido al susto como los demás, pero ella no lo aguanto. Cecilia estaba a salvo. Viviana todavía no despertaba y a Diana, su hermana, ya le estaba preocupando.  Unos chicos pudieron llegar a filmar la situación. Había solo 2 profesores con nosotros, trataron de organizar las cosas como se debía. A pesar de que todos estaban desesperados, ellos hacían lo posible por calmar la situación.  Horas después muchos ya estaban tranquilos, muchas chicas aun seguían llorando…algunos seguían hablando del tema, temblando o discutiendo por las pérdidas que tuvimos. Los más grandes nos ocupamos de los heridos…cosa que dio mucha pena. Estaban desangrados, y no se podía hacer nada…conseguimos alcohol y vendas y las oficinas del 2do piso, no era mucho pero es lo único que podíamos hacer por el momento. 

5:20 p.m. 

Fui a ver a Diana, para saber cómo estaba su hermana. Aun seguía desmayada…aunque de todas formas su hermana dijo que solo es un desmayo, que en algún momento despertaría. 

Mientras revisaba su pulso, vi que Diana tenía una venda en su brazo, quise ver que tenía pero no me dejo que lo haga…me explico que fue un accidente, cuando intento subir choco y rompió el vidrio del extintor...y se corto. Al principio pensé que también había sido mordida…pero creo en su palabra, y espero no haya sido un corte tan profundo. De igual forma debíamos buscar más cosas para atender a los demás…o morirían por la infección. 

Deje a Viviana en manos de Diana. Fui con Cecilia, estaba con Anahi y el resto de mi curso...gracias a Dios al menos una parte de ellos siguen vivos, lastima por los demás…espero ahora estén en un lujar mejor…mejor que el que ya estaban antes de que todo esto pase. 

Intente comunicarme con mi familia pero nadie atendía…solo el contestador, diciendo que el sistema estaba fuera de servicio por fallas técnicas. Era raro que diga eso ya que solo pasaron unas horas desde que paso todo esto… ¿Habrá pasado en otro lugar antes que a nosotros? Intente llamar a mis amigos pero nadie contestaba, ¿Sera en todo el país? 

Lo único que me quedo por hacer para averiguar si en verdad fuera en otro lugar, es llamar a una amiga, que está en Buenos Aires, Belén...sé que a esta hora estaría trabajando pero esto era una emergencia y necesitaba saber si paso allí también…y si paso, saber si estaba bien. 

Llame varias veces pero no atendía, comencé a desconfiar…llamaba y llamaba pero no atendía, ¡Maldita sea! No puede ser que esté pasando. Cecilia y Carina insistieron en que llamara una vez más, aunque no quería pero lo volvi a intentar, y luego…ella contesto: 

Belén – ¿Hola? 

Benjamín – Belén…Belén, ¿Estás bien? ¿Paso algo por allí? 

Belén – ¿Benja? Oye, me interrumpes en el trabajo, ¿Y ni siquiera saludas? ¿De qué hablas? Aquí no paso nada... 

Benjamín – ¿Qué? ¿Enserio? 

Carina – ¿Qué paso? ¡Habla! 

Benjamín – Espera un segundo. 

Belén – ¿Qué? 

Benjamín – En Buenos Aires no paso nada…o todavía aun. 

Cecilia – Pues pregunta… 

Belén – Hey, no sé de que estabas hablando pero tengo que colgar, estoy... 

Benjamín – No, no, no, no.... ¡Espera! 

Belén – ¿Qué pasa? 

Benjamín – Fuimos atacados...estamos atrapados aquí en el colegio y no hay salida. 

Belén – ¿Qué? Espera... ¿Qué paso? ¿Quién los ataco? Porque me llamas a mí y no a la policía. 

Benjamín – Porque ellos también están muertos…puede que todos en la ciudad. 

Belén – Ya me estas empezando a asustar... ¡¿Qué paso?! 

Carina – (Hablando bajo) ¡¡¡No le digas!!! 

Benjamín – Nos atacaron. Fueron…hay zombies en todo el piso de abajo. 

Belén – ¿Zombies? ¿Así que se trata de eso? No inventes...mira, creo que te afecto mucho esa serie. Así que si no te molesta, debo irme...ya perdí un cliente. 

(Era imposible que me crea...pero se me ocurrió algo que si le hará saber que digo la verdad). 

Benjamín – ¡No! Escucha, si no me crees...vete ahora mismo a casa y conéctate al facebook. Te mostrare que digo la verdad. 

Belén – Benja, no puedo…estoy trabajando, tal vez mas tarde pero ahora no. Debo volver… 

Benjamín – Maldita sea, ¡Por favor! Por favor…confía en mí, todos están desesperados, no podemos hacer nada y al menos yo, solo te tengo a vos…te ruego que me ayudes, por favor. 

Belén – (Quedando callada un momento) Ok, de acuerdo...lo hare, pero más vale que esto valga la pena, ¿Si? O puedes ir olvídate de mi si pierdo mi trabajo. Ahora debo colgar…es mucho camino a casa, te avisare cuando llego. 

Benjamín – Gracias, (tranquilizándome) enserio muchas gracias…yo me ocupare de subir las fotos. 

Belén – Hasta entonces… 

Ella colgó. En ese momento fui corriendo a mi curso y saque mi computadora…rogaba que aun haya internet. Utilice el Internet y gracias a Dios aun había conexión…saque fotos e incluso fui a las escaleras para filmar de cerca esas cosas, aunque todos me llamaban loco. Había conectado el celular y subí todas las fotos como sea posible antes de que la conexión terminara. Sé que la casa de Belén quedaba como a hora y media de su trabajo, así que no tuve tanto apuro…y lo hice para que solo ella lo viera, sino todo se saldría de control. 

Cecilia – ¿Estás seguro que ella podrá ayudarnos? 

Benjamín – No lo se pero...ruega porque pueda hacerlo… 

El Día del Apocalipsis 1ra. Parte[]

Había cargado las imágenes a Internet para que Belén las viera, esperando que por lo menos, nos pueda ayudar...o conseguir ayuda. Luego de verlas, volvió a llamar: 

Belén – Hey, ¿Estas? ¿En verdad está pasando? 

Benjamín – Es en serio....estamos encerrados. Hay una sola salida pero está cerrada y no se puede abrir. 

Belén – Ok...voy a tratar de conseguir ayuda como sea. Voy a ir con el ejército, ellos van a saber qué hacer. 

Benjamín – De acuerdo. Muchas gracias Belén...confiamos en ti, haz lo que puedas. 

Belén – ¿Cuantos son? ¿Hay heridos? 

Benjamín – Somos cerca 60. Hay más 30, casi 40...algunos fueron mordidos por esas cosas al tratar de escapar.

Belén – ¿Que...? ¿Solo 40?? ¿El resto se perdió? ¿Seguro que no hay más nadie? 

(En ese momento todos miraron con preocupación) 

Benjamín – Estoy seguro que no queda más nadie...necesitamos que nos ayudes y rápido. 

Belén – De acuerdo, debo irme. Los llamare cuando sea posible. Hasta luego y por favor…puedes cuidarte, ¿Quieres? 


11:40 p.m, 

Habían pasado horas...cae la noche y algunas luces estaban apagadas. No había nada para hacer salvo esperar a ser rescatados. Tenía mi teléfono en mano por si Belén volviera a llamar, aunque en ese momento estaba cansado y debíamos estar alerta con los heridos. 

No era ficción pero sabíamos que estas heridas provocarían la muerte, así que separamos a los que fueron mordidos y los encerramos en un curso hasta que llegara el momento. Trate de reanimar a Viviana pero no podía…todavía seguía inconsciente. 

Nos situamos junto a la baranda para ver a abajo...debíamos tirar el cuerpo de la chica que murió, tratábamos de decir algunas palabras antes, pero nadie sabía que decir o cómo hacerlo. Una chica de 4to, Mariana, hablo...junto con un profesor que resulta ser también de la iglesia. 

Mariana – Bien, ¿Por dónde empezar? ¡Estamos aquí...reunidos, para despedir tanto a esta chica como al resto del colegio, que se fueron...mejor dicho lo llevaron lejos de nosotros, para que la muerte pueda formar su ejército en la tierra. Nosotros estamos aquí... ¡Vivos! para demostrar que somos más fuertes que la misma él…la muerte. Amigos, compañeros, personas que no conocemos...de ahora en más estamos juntos. (Todos mirándose entre ellos) Debemos convivir juntos, ayudarnos entre nosotros hasta el final sin peleas, ni rencores…ni molestias! ¡Esto es...algo que no podemos controlar, pero si algo que podemos evitar…solo hay que trabajar juntos y así, tanto a esta chica como el resto de todos nuestros amigos y compañeros que se fueron, Dios quiera ahora estarán en un lugar mejor y podrán vernos y esperarnos allá arriba! (ya algunos llorando y entristecidos...) ¡Ahora por favor, repitan todos conmigo...! 

“Señor por favor... cuídanos de este mal que se apodero de nuestra tierra y, algunos, de nuestra vida. Sé que muchos de nosotros no fuimos los suficientemente justos, para estar hablando ante ti...pero te suplicamos que te lleves contigo el alma y espíritu de esta chica, y de todos los que murieron...y también sufrieron. Necesitamos que nos des una señal, que nos salves de este infierno y que si también pasaran por esto...que cuides y te lleves contigo a todos nuestros familiares y amigos. Cuídalos de nuestra parte...que un día pronto, estaremos con ellos. Amén." 

Hasta el más duro...no soporto el llanto en esa noche. 

Lo único que quedaba hacer en ese momento, luego despedirnos del cuerpo de la chica...botar el cuerpo. Nadie se animaba a hacerlo, y la mayoría no soportaba el dolor, y menos sus amigas. Así que tome coraje y me ofrecí...y cuando estaba por hacerlo, un amigo Juan, me ayuda. Lo levantamos...sabía que lo que estaba haciendo era demasiado duro, así que cerré los ojos, conté hasta tres y simplemente la soltamos. Me quede mirando lo que pasaba y en el momento Cecilia llorando se acerco y me abrazo, al igual que el resto de mis amigos que quedaban...no me separe de ellos por nada, y prometimos hacer lo posible por salir vivos de esta. 


11 de agosto 2:23 a.m. 

Durante la madrugada, los mayores junto con los profesores tuvimos que hacer guardia. Turno de 5 cada 2 horas...aunque ya de por si no podía dormir, pensaba únicamente en lo que estaba pasando y también me preguntaba ¿Que debe estar pasando en otros lugares...en otros colegios? Con solo pensar en mi familia, no podía dormir. 

Mientras me tocaba mi turno de guardia, fui a ver a Viviana y Diana. En cierta parte era bueno que no despertara...de modo que no sabría todo el sufrimiento que estamos pasando. Aunque cuando fui a verlos, vi a Diana con bastante fiebre...parecía tener pesadillas. Sudaba mucho y estaba muy pálida. Había que conseguir un doctor o medicamentos rápido o podrá enfermar debido al corte en su brazo, puede que haya dañado alguna vena o arteria, o una simple infección provocada por el corte. En ese momento aproveche y quise ver la herida de su brazo. Estaba a punto de hacerlo y en ese momento, antes de poder quitar todo su pañuelo...ella me agarra del brazo y me dice que está bien...que no se lo quite, aunque hablaba sin fuerzas, con los ojos totalmente rojos y con algo de dificultad para respirar. 

Benjamín – Necesitas un medico urgente… 


9:00 a.m. 

Había empezado el día con tranquilidad, aunque muchos no hayan podido dormir. Nos reunimos los más grandes en un salón aparte para hablar de la situación. Decidimos muchas cosas pero el riesgo era grande y no llegamos a nada. 

Hubo muchas ideas. Algunas de ellas constaba en salir a buscar suministros y demás...lo único era que nadie quería ir. Era razonable que todos tengamos miedo, salir era un suicidio y siquiera tenemos un arma para defendernos…pero si no salimos, moriremos de hambre y no podíamos esperar a que seamos rescatados ya que por un lado podrían tardar. 

Otra de esas ideas es tratar de atender a los heridos con lo poco que aprendimos en primeros auxilios...hasta encontrar medicinas, vendas y todo lo demás, y si es posible un medico. 


11:25 a.m. 

Estaba con Cecilia y mis amigos, hablando de pocas cosas que recordábamos. Aunque la preocupación y miedo nos quitaba el ánimo. Cecilia estaba recostada sobre mí y en un momento, estaba a punto de decirme algo...cuando de repente Diana (con poca fuerza) llega diciendo que Viviana estaba despertando...fuimos e intentamos reanimarla, le hablamos a ver si escuchaba hasta que de pronto abrió los ojos y al reaccionar, comenzó a gritar pensando que aun la seguían. 

Tratamos de calmarla hasta que luego recapacito y pudo ver que solo estábamos nosotros...y cuando vio a su hermana se calmo, aunque todavía estaba asustada y perdida. 

La dejamos con Diana y el resto de sus amigas, volvimos afuera...donde solo se escucha el ruido que hacen esas malditas cosas allá abajo. 

Pero luego recordamos que ese día era el cumpleaños de Cecilia, y era el momento de saludarla. Todos lo hicieron, yo no me sentía muy a gusto en una situación que estábamos, pero...de todas formas lo hice, la salud y me recibió con un abrazo por haberla cuidado en el momento del ataque. Por supuesto no falto la canción de feliz cumpleaños, la cantaron mientras estaba conmigo...hasta hubo un poco de melancolía. 


1:58 p.m. 

Ya casi pasaba un día que seguimos encerrados y aún no había señal de Belén...y para agregar, solo quedaba un teléfono con lo suficiente para hacer llamadas, el resto casi no tenía batería. 

Más tarde Viviana, quien ya podía caminar, se me acerco… 

Viviana – Hola, Benja. 

Benjamín – Hey, ¿Cómo te sientes? 

Viviana – Me duele un poco la cabeza pero estoy bien…solo vengo a darte las gracias por lo que hiciste, la verdad nadie se animaría a hacerlo y menos con todo lo que estaba pasando. 

Benjamín – Descuida, yo solo hice lo que debía hacer…nada más. 

Viviana – Si, pero me salvaste…y te debo mi vida por todo, en serio. 

Benjamín – De nada, pues…me alegro que estés bien, solo digo que ojala hubieras dicho eso antes en vez de hacerlo en esta situación… 

Viviana – (Solo me queda mirando) Eso ahora no importa, me alegra también que… 

(En ese momento...suena el teléfono de Viviana, que lo traía su bolsillo. Era su madre) 

Viviana – ¿Hola? 

Su Madre – Viviana, ¿Donde están? ¿Y Diana? 

Viviana – Hey espera... ¿Por qué preguntas? Estamos en el colegio… ¿Qué paso? 

Su Madre – Estoy yendo hacia el colegio. No me tardo. 

Viviana – ¿Que.....? No vengas, no hay entrada ni salida. Si venís podes morir. 

Su Madre – ¿Morir...porque? Tengo que colgar, ya estoy llegando. 

Viviana – No, espera… ¡¡¡Mamá!!! 

Su Madre –.............. 

Viviana – Corto… ¿Y ahora qué? ¡Si viene...va a morir! 

Los demás – ¡Llámala de nuevo! ¡Que no venga! ¡Que se esconda por ahí pero no acá! 

Viviana –.... ¡No contesta! ¡Mierda! 

Y de repente suena mi teléfono...: 

Benjamín – ¿Belén? 

Belén – ¡Benja…escuchame! Intente buscar ayuda pero nadie me creyó...e incluso mostré las fotos pero muchos creen que son falsas, quisieron hacer unas pruebas de falsedad antes. El helicóptero de la policia que enviaron al hospital para investigar no volvió aun, y puede que posiblemente lo dejen pasar por alto hasta que pasen varios días. 

(En ese momento me puse a pensar...) 

Benjamín – Espera... 

Belén – ¿Qué...? 

Viviana – ¿A dónde vas...? 

La madre de Viviana ya había llegado, y tuvieron que abrir la puerta de emergencia del 2do piso, como sea...para que entrara antes que se la comieran. 

Yo mientras tanto, había recordado que hay una puerta en un curso...que se usaba antes como salida a un patio. Intentamos romper las cerraduras y las bisagras pero era imposible...así que comenzamos a patear la puerta y así pudimos romper la puerta en sí. 

Ya que el colegio quedaba por la avenida...fui a ver la calle y el resto del barrio. 

Cuando vi el paisaje...quede con la boca abierta. 

Belén todavía seguía al teléfono… 

Benjamín – Belén. – Benja, ¿Qué pasa? – Te hablo luego. 

Pude ver...todo. La ciudad totalmente abandonadas, autos y veredas ensangrentadas, zombies caminando por todos lados, estábamos rodeados por donde sea por esas cosas. En ese momento Carina (amiga y compañera) se acercó… 

Carina – Dios, ¿Cómo fue que paso esto? 

La mire con una cara de sorprendido...y recordé lo de la madre de Viviana, así que rápidamente corrí hasta la salida de emergencia donde justo los vi abriendo la puerta divisoria y luego el portón. 

Benjamín – ¡¡¡NO!!! No lo abran…es peligroso. 

¡Pero luego…ya era tarde! Un zombie se acercó hacia la escalera de afuera y vio a la señora...apurados intentamos meterla rápido, pero para entonces el zombie ya estaba en las escaleras y pudo agarrarse de sus piernas, tirándola al piso. Hicimos lo posible por quitárselo y al hacerlo, ya fue mordida…lo trajimos y tratamos de cerrar el portón pero en ese entonces vino otro y no pudimos…se prendió de la señora, quien estaba muy mal herida. 

Viviana peleo para que no se la coman pero ya era imposible, la agarre y pasamos por el vidrio roto que estaba para cruzar al portón...y un zombie que también intento cruzar, se agarró de mi pierna y al tirarme al piso…hice que su estómago quedara clavado por el vidrio y mientras más fuerza hacía, logra agarrarse del brazo de Viviana...eran fuertes y antes de que pudiera morderla, le atravese la pata de una silla sobre su cabeza. Eso provoco que el vidrio se rompiera por completo y muchos zombies de alrededor lo hayan escuchado... 

Todos vinieron a ver qué pasaba...se escuchaba a la señora, gritando por el dolor. Viviana estaba, con una mano sangrando por el corte del vidrio y con lágrimas en los ojos...intentando querer ayudar a su madre, que ya estaba casi muerta. Cuando vimos que muchos zombies se acercaron, volvimos a tratar de sellar la puerta con lo que sea…sillas, mesas y puertas. 

Eran muchos pero pudimos bloquear el camino aunque sabíamos que no aguantaría mucho. 

Las chicas trataron de calmar a Viviana, que luego…volvió a desmallarse. 

El Día del Apocalipsis 2da. Parte[]

La puerta había quedado totalmente sellada...pero no del todo, ya que no aguantaría mucho solo con sillas y mesas. Todos se sentían atemorizados, retrocedimos y nos alejamos lo posible de esa puerta. Me ocupe de Viviana, levantándola y llevándola de vuelta con Diana.  Trate de reanimarla pero era imposible, tuvo un fuerte ataque y eso causo que su corazón casi se detuviera...por suerte no paso y está bien, en otro momento despertara. Aunque la preocupación no solo era por Vivi, sino por Diana…ya perdía bastante fuerza, estaba demasiado pálida de lo normal, era momento de actuar y buscar ayuda por nuestra cuenta. 


2:26 p.m.  Profesor – No podemos arriesgarnos a salir por ahí, desarmados. Esas cosas...  Carina – Espere ahí profesor un momento, póngase a pensar...no hay comida, no tenemos ni siquiera un poco de alcohol para las heridas. Agua limpia porque la del baño es un asco para tomarla…podría tener más bacterias que la mordida de esas cosas, necesitamos cambiar las vendas de los chicos… ¡Necesitamos movernos!  Juan – Ni siquiera algo con que comunicarnos entre nosotros por si surge problemas.  Gabi – Yo puedo ir... conozco el barrio de memoria, y se donde vive cada persona. Puedo ir solo…así lo hare más rápido y sin problemas.  Profesora – Estas loco, ¿Qué pasa si vas y te agarran esas cosas?  Profesor – Sigo pensando que esto no es buena idea.  Cecilia – Repetiré lo mismo que dijo Carina, pregúntese usted mismo profesor... ¿De dónde vamos a sacar comida? ¿Medicina? ¿Medio de comunicación? Quiere que matemos a alguien y lo comamos...y que hagamos señal de humo para saber de nuestra ubicación.  Profesor – No estoy diciendo eso, lo que digo es…  Benjamín – Nada profe... ¡Este ya no es un tema que discutir, es algo que tenemos que decidir ahora…no más tarde ni otro día!  Profesora – Pues, si es así… ¿Quiénes van a ir?  Gabi – Ya les dije…yo me ofrezco.  Profesor – ¿Alguien más? ¿Karen? ¿Bogado? ¿Seba?  Leo – Yo voy a ir. Conozco una heladera bastante llena que podemos traer. (Momento de risa)  Profesor – Bien, ¿Nadie más entonces?  Benjamín – ¡Yo también voy!  Cecilia – ¿¿¿Qué...???  Profesor – Ok...pues entonces prepárense bien. Si quieren arriesgarse háganlo…pero solo por esta vez, la próxima será diferente.  Fuimos afuera a prepararnos. Agarramos unas cuantas mochilas, más que nada las grandes...y 2 bien pequeñas para cosas útiles. Agarramos unos pedazos de silla para al menos usarlos como defensa.  Cecilia – Dime que lo que estabas haciendo, es un juego…dímelo.  Benjamín – Sé que no te gusta la idea pero tengo que hacerlo, no puedo quedarme sentado aquí…esperando a ver si alguien nos rescata.  Cecilia – Ya has hecho suficiente salvándonos y consiguiendo la única ayuda posible…no lo hagas por favor, es muy peligroso y arriesgado.  Benjamín – Mira, lo único que te puedo decir es que volveré…vivo y completo. Debes confiar en mí, es lo único que te pido en este momento.  Cecilia – (Poniéndose pensativa y nerviosa) De acuerdo, pero ni un solo rasguño… ¿Si?  Benjamín – Hecho (Dándole un beso en la frente) Debo irme, nos veremos más tarde…  Cecilia – (Mientras me voy, hablando en voz baja) Cuídate… ¡Por favor, hazlo!  Cuando me fui les dije a Carina y a Juan que la cuidaran por mi hasta que vuelva.  Abrimos otra puerta igual a la que abrimos ayer, pero esta daba lugar hacia el techo de una vieja capilla que estaba pegada al colegio. Eran las 2 únicas salidas que nos quedaban...y más que de seguro esta es la que más usaremos, ya que el otro da hacia la avenida, que es más peligrosa. Cruzamos hacia el techo y entonces…nos pusimos en marcha. 


2:50 p.m.  Pasamos por el techo de la ex-capilla, allí vivía una familia que de seguro ya deben estar muertos. Bajamos por un árbol y desde allí, saltamos el portón trasero de la capilla. Fuimos planeando por donde debemos ir y en que casas podremos entrar, pero luego dijimos que…la única forma de cruzar a salvo por todo el barrio era subirnos sobre las torres, y solo había un lugar por donde podríamos subir…aunque sabríamos que ese lugar estaría lleno de zombies...de todas formas no nos quedaba otra, así que optamos por lo arriesgado.  Unos minutos después llegamos, vimos en la plazoleta unos 5 o 6 zombies, nos pusimos a pensar y creo que con palos seria un poco difícil de enfrentarnos a ellos. Gabi pensó en distraerlos con algo, con un poco de ruido. Tiramos una piedra en el vidrio de una ventana...y funciono, siguieron el ruido y pudimos cruzar, pero cuando estábamos a mitad, uno de ellos nos vio así que tuvimos que correr. Apurados, subimos las escaleras y rápidamente trepamos por el balcón hasta el techo de la torre. Yo fui el último en subir y antes de que esas cosas pudieran agarrarme, tome carrera, salte y me lance por el balcón hacia el techo, con suerte Gabi y Leo pudieron sostenerme, quedando colgado de un brazo…  Mientras veía a esos malditos intentando alcanzarme, pude ver que uno de ellos...era mi mejor amigo, Pablo…y al verlo convertido en eso, sentí que no pude contener la rabia que tuve en ese momento…pero, sé que ahora ya no es mi amigo. Gebi y Leo me sostenían, antes de subir…  Benjamín – Espero me llegues a disculpar por esto…  Agarre el palo y lo golpee en la cara…éste cayó desde el tercer piso (al menos ahora descansara en paz). Me quede mirando, cuando esta vez intente subir…di vuelta la vista, un zombie se acercaba desde dentro de la casa, me desespere y les dije que me alzaran rápido...y justo cuando subi, en el mismo instante el zombie cayó desde el balcón. Cuando vimos que paso, no había muerto por la caída, se había levantado nuevamente.  Leo – Vos sí que estás loco…  Gabi – Trata de no volver a hacer eso, ¿Si? (Algo cansados)  Benjamín – Descuida, no creo que vuelva a salir de nuevo…  Desde allí nos podían ver perfectamente desde el colegio, hicimos una señal para que sepan que estábamos bien. Lo malo de ahora es que para llegar hasta la casa de Gabi, debíamos recorrer todo el barrio ya que no había otro camino, a no ser que haya un puente desde el punto de donde estamos hasta su casa. Tuvimos una larga caminata, donde pudimos ver todo el interior del barrio. Había zombies por donde sea, sangre y perros ladrando a cada rato. Habíamos cruzado justo por la casa de otro amigo, Seba (no el del colegio) y su casa era el puente más cercano entre dos torres para llegar más rápido hasta la casa de Gabi. Pasamos por allí, había un olor muy feo…no sabíamos que era, pensé que alguien estaría muerto…así que pensé y se me ocurrió ver si estaban bien.  Fui a su ventana y golpee varias veces pero no pasó nada…golpeaba y golpeaba pero nada, hasta que justo antes de volver a golpear, salió Sofía (hermana de Seba).  Benjamín – ¡Sofía! ¿Donde está Seba? ¿Están bien ahí adentro?  Sofía – ¿Quién eres...? Seba…no sé donde esta, estoy preocupado por el, desde ayer que salió y no volvió. Mi padre me pregunto varias veces por el pero no sé qué decirle…  Benjamín – Soy amigo de tu hermano…tranquila, ¿Si? Voy a tratar de buscarlo... ¿Y tú papa?  Sofía – Está bien por ahora, lo mordieron en el brazo una de esas cosas...pero sigue bien. Trato como pueda de bajar su fiebre pero no se puede…  Gabi – ¡Benja¡ Ven y mira esto...  Benjamín – ¿Fiebre? ¿De qué hablas…?  Sofía – Si, fiebre. Intentando cerrar la puerta, una de esas cosas llego a morderlo…desde entonces comenzó a tener fiebre muy alta, no puede caminar y ahora ya ni puede hablar…  Leo – Benja, ¡Vení!  Benjamín – Dame un minuto, ya vuelvo...  Sofía – Claro…  Cuando fui a ver qué pasaba...resulta que Seba era quien largaba ese asqueroso olor. Estaba en la puerta de su casa, siendo comido por 3 zombies. No sabía si debía contarle esto a su hermana, le pondría demasiado triste y más a su padre quien estaba muy preocupado por él.  Luego volví hacia la ventana...  Benjamín – Sofía...  Sofía – Si, ¿Que paso? ¿Qué vieron?  Benjamín – Nada. Escúchame…tienen que salir de aquí, deben ir al colegio. Es más seguro…allí estamos nosotros, solo deben dejar alguna señal y los vendremos a buscar.  Sofía – De acuerdo, esperare hasta mañana a Seba…si no vuelve, te avisaremos e iremos con mi padre. Por favor, encuéntralo…  Benjamín – Lo hare, ¿Si? Ahora debo irme…ten cuidado.  Sofía – De acuerdo, te lo agradezco. Cuídense ustedes también…nos vemos.  Al mismo instante de que Sofía cerrara las ventanas, ella vio a su propio padre convertido en zombie. Grito muy fuerte por el susto. Cuando escuchamos su grito…un momento después escuchamos que la ventana se golpeara contra la pared…fuimos rápido a ver, y cuando llegamos, la vimos a ella junto con su padre cayendo desde la ventana. Al llegar al piso, fue ella quien recibió el total impacto contra su espalda, su padre se levantó y la vi allí…tirada con su brazo, cuello y espalda totalmente rotas.  En ese momento no quedaba nada que hacer. Leo y Gabi hicieron el gesto de la cruz…para que descansara en paz por esto. Ellos se adelantaron…yo me quede un momento más, viendo su cuerpo. Llegue a tener un poco de tristeza por el momento…  Benjamín – Lo siento…Sofía. Espero...espero ahora puedas descansar en paz.  Me levante, hice el gesto de la cruz…y me fui con los demás. 


3:20 p.m.  Estábamos a punto de llegar a la casa de Gabi, solo faltaban unos metros más. Yo estaba adelante que ellos, y luego…se escuchó un ruido como de romperse algo. Nos quedamos quitos, viendo de dónde provenía el ruido...pero nada paso. Cuando volvimos a dar otro paso, lo escuchamos de nuevo y resulto que el techo estaba a punto de derrumbarse. Yo estando más adelante que el resto…estaba a punto de caer junto con el techo. Intente quedarme quieto y tratar de cruzarlo rápido antes de que se desmorone…pero al hacer solo un paso...el techo se hizo pedazos y yo caí.  Estaba tirado, me lastime la pierna por todos esos escombros pero igual estaba bien, solo que luego…me costaba caminar.  Gabi y Leo todavía estaban arriba hablándome. Estaba algo atontado por la caiuda…pero al mirar hacia el costado, vi a un zombie levantándose desde los escombros...me desesperé, no podía levantarme por mi pierna. Quitándome los escombros de mi pierna…los tiraba para ahuyentarlo, pero no le hacía nada…cuando pude zafarme de los escombros, me arrastre hacia algún escondite. Hasta que luego, bajo un escritorio pude ver un arma. El zombie pudo agarrar de mis piernas pero golpee su cara con un ladrillo, seguí golpeándolo sin parar hasta que murió, le revente totalmente los sesos...de todas formas fui por el arma.


La tome y luego, sin percatarme, otro zombie quiso llego e intento morderme...pero lo esquive. Tenía el arma, estaba bastante desesperado…así que, no pensé en nada, simplemente jale del gatillo y mate al zombie de un solo disparo. El disparo fue bastante fuerte…hiso que yo cayera al piso. Luego, vi al zombie…y tenía un enorme agujero en su cabeza.  Lo malo de ahora fue, que el ruido atrajo la atención de muchos zombies de alrededor, y subir de vuelta al techo era imposible. Gabi y Leo bajaron para buscar provisiones. Además del arma encontramos también un cuchillo de doble filo, parecía como el de algún militar.  Luego, en la cocina conseguimos algo de pan, leche, varios paquetes de cigarrillos (que algunos ya lo necesitaban) y ciertas cosas para cocinar como arroz, algo de torta y más.  Busque en el escritorio y no había nada. Luego fui a la pieza y encontré una caja, cerca de 80 municiones...no sabían de armas, pero sé que el arma traía cargado 9 balas adentro.  Las puse en una bolsa y las metí en la mochila. Luego de eso…al abrir la puerta, más de 20 zombies estaban en las escaleras. Cerramos como pudimos la puerta, la trancamos y tuvimos que ir hacia el balcón. 


Cargamos en las mochilas todo lo que pudimos conseguir, antes de que los zombies entraran. Fuimos al balcón para cruzar a la otra casa, pero al salir afuera...ellos entraron, y uno de esas cosas logro agarrar el pie de Gabi. Intentando zafarse, esa cosa llega a morderlo, luego de eso…trate de que resista, me puse firme y lo dispare y pudo soltarse. La bala traspaso y tiro al piso al que estaba atrás. Todos entraron al balcón, intentaron cruzar pero caían de la torre.  Gabi – Maldita sea, porquería de zombie.  Benjamín – Vamos, te ayudo a levantarte…ya hay que irnos o llegaran más.  Gabi – No, ustedes váyanse…no quiero llegar así al colegio.  Benjamín – No hables tonterías, vamos…te ayudaremos a subir.  Gabi – ¡Que no! (solo quedamos mirándole) Deben irse, antes que sea más tarde… ¿O quieren terminar como yo? Váyanse…háganme caso.  Leo – De acuerdo amigo, si es lo que pides.  Yo solo me quedo en silencio…no puedo creerlo, ¿Dejar a Gabi? Era el rebelde de todo el curso junto con Bogado, ambos siempre eran los que más se enfrentaban a los profesores…e incluso al director, frente a todos sin dudas...sin miedo.  Nos despedimos de él…y luego nos ayudó a subir de vuelta al techo. Nos entrego las mochilas y luego rápido insistió en que ya nos fuéramos...aunque tanto Leo como yo no queríamos dejarlo y menos, con esas cosas ahí cerca. Pero fue su pedido y debíamos seguir...y justamente, ya casi estábamos en su casa. 


3:22 p.m.  Estábamos sobre el techo de su casa, la ventana estaba abierta. Leo tenía algo de experiencia… (el sabia como entrar para robar, así que imagínenseme) así que dijo para trepar, casi nos caímos pero entramos. Estaba muy oscuro y silencioso. Preguntamos si había alguien y un rato después, escucho que alguien respondió...era Camila, prima de Gabi. Estaba encerrada en alguno de las otras piezas. Leo saco el cuchillo y nos preparamos por si había un zombie adentro.  Mientras recorríamos, encontramos una puerta cerrada…era la pieza en la que estaba Camila.  Ella abrió:  Camila – ¡Leo…Benja! Gracias por haber venido…  Leo – Tranquila Cami, ¿Qué paso? ¿Hay alguien más adentro?  Camila – Soy la única que queda, desde ayer que no como nada…estoy aquí encerrada porque mi tío es un zombie. Se comió al Javi, y luego a la abuela…  Benjamín – Diablos, ¿Dónde está ahora?  Camila – Seguramente en el living donde se quedó todo el día…  Cuando fuimos al living, lo vimos...estaba ahí rondando como si nada. Al vernos, corrió hacia nosotros…Leo se preparó y le clavó el cuchillo en su cabeza.  Luego de matarlo, aprovechamos y llevamos lo que había, por suerte encontramos algo de alcohol, algodón, vendas y pervino. Llevamos una pequeña conservadora donde metimos algo de jamón, queso, mas pan, bizcochuelo (un pedazo grande lo comimos nosotros...) y también carne asada y carne seca que había en la heladera, y por ultimo fósforos por si quieren hacer fogata o hacer fuego para preparar comida...y más que de seguro, encender sus cigarrillos.  Por último, revisamos la pieza del padre de Gabi…y encontramos un Revolver con 2 cajas de municiones (cerca de 60 balas). 


No llegamos a llenar las mochilas pero al menos conseguimos lo suficiente para dos días...más que de seguro, volveremos a buscar en otros lugares. 


3:47 p.m.  Luego de guardar y acomodar todo, tuvimos que salir…y esta vez ya no sería por el techo. Salimos, estaba despejado por suerte…fuimos a la casa de Leo, que estaba solo a unas casas de la de Gabi. En el camino tuvimos compañía, matamos cerca de 8 zombies, 3 o 4 con las pistolas, el resto fue con el cuchillo y los palos.  Cuando llegamos a la casa...estaba el padre de Leo, también era un zombie, pero tenía las piernas rotas, además de que era obeso…estaba sentado en el sofá, sin poder moverse. Desde su balcón pudimos volver a subir al techo...pero pidió que nos adelantemos, que necesitara un momento a solas. Cami y yo fuimos al balcón, y subimos con facilidad…pero Leo, nos pidió que nos alejemos de la casa, que sea lo más lejos posible. No entendimos porque…solo lo hicimos.  Leo miro fijamente a su padre...se arrodillo de frente y le agradeció por todo. Su padre solo movía sus brazos por querer alcanzarlo. Luego, él se acercó y apunto con el revólver.  Camila y yo estábamos ya lejos de la casa…y en un momento, mientras esperábamos, escuchamos un disparo. Cami se puso algo triste e hizo también el gesto de la cruz.  Antes de que Leo salga, abrió el tubo del gas de la cocina y también la que tenía guardado, encendió unos papeles...el salió, vino corriendo hacia nosotros, y unos segundos después…la casa exploto. Nos asustamos por la situación, pero luego nos dijo que no hay de qué preocuparse…y luego nos fuimos, nos retiramos del lugar con el paisaje de la casa en llamas. 


4:11 p.m.  Ya estábamos volviendo hacia el colegio, estábamos un poco cansados…más que nada Leo y yo. En un momento recordé un almacén que estaba de camino. Lo malo era que debíamos bajar para poder entrar. Cambiamos de rumbo y fuimos hacia allí…  Cuando llegamos, vi el almacén cerrado...les dije que bajaría solo yo. Me tire hacia las escaleras donde golpee un poco mi pierna pero no paso nada. Baje las escaleras junto con toda mochilas y fui hasta el almacén donde cerca estaba un zombi...quise abrir la puerta pero estaba cerrada, el zombie ya se acercaba y no se abría, pedí que lo abrieran, golpee la puerta y todo...y luego, mi amigo, el dueño del almacén, lo abrió y mato al zombie. Ambos entramos adentro...  Mario – Mierda, que estás haciendo por acá…no pensaba verte. La verdad…  Benjamín – Si, creo que yo tampoco esperaba ver a alguien vivo después de todo esto…  Mario – Bueno, ¿Qué haces por acá? Buscabas algo del almacén... ¿Cierto?  Benjamín – Sino, no vendría. Estamos atrapados en el colegio…dos de nosotros pudimos salir para buscar comida. También necesito todo lo que haya para curar…pastillas, jeringas, lo que sea. Hay muchos heridos, y les prometí volver con ayuda medicinal…por favor, ¡Ayúdame! Ayúdanos…  Mario – (Se puso a pensar un momento, y miro a su alrededor) De acuerdo, te voy a ayudar...pero solo lo puedo hacer por esta vez, nada más. Espero lo entiendas…  Benjamín – Gracias…y si, lo entiendo. Prometo no volver a molestarte…  Acepto la oferta, y cargamos de todo en las mochilas hasta llenarlo.  También me dio un cargador para el celular y me entrego un machete bien afilado... 


4:38 p.m.  Salí del almacén, y luego Leo y Cami bajaron con más cuidado y volvimos al colegio. Mario no quiso venir con nosotros…dijo que debía cuidar el lugar por si alguien intentaba quitarle.  Estábamos cerca del colegio, ellos nos vieron e hicimos señal para que nos ayuden a subir las mochilas...esta vez tuvimos que subir por las ventanillas de la capilla. Varios zombies que estaban cerca nos vieron en ese momento y tuvimos que acelerar el paso.  Llegamos a las ventanillas de la capilla, cuando apenas pudimos subir…los demás llegaron y nos ayudaron a subir las mochilas y por poco casi agarraron a Leo.  Volvimos al colegio, todos se alegraron de vernos…y al llegar yo, Cecilia llega y me abrazo con fuerza y me dijo que no lo vuelva a hacer nunca más. (Momento de conmoción).  Profesora – ¿Dónde está Gabi?  Camila – Gabi… ¿Gabi estaba con ustedes? ¿Qué le paso?  Benjamín – (Mirándonos con Leo) A Gabi…lo mordieron. Quisimos traerlo…pero insistió en que lo dejemos.  Al decir eso simplemente todos quedaron callados y no se dijo más nada. 


5:10 p.m.  Hicimos un repaso de todo lo que trajimos. Les mostramos las 2 armas, el cuchillo y el machete que encontramos y trajimos…junto con el conteo de las balas. Los profesores, Yamila y Seba se ocuparon de la comida. Carina, Cecilia, Anahí y Juan se encargaron de los heridos.  Yo fui para encargarme de Diana, por suerte…una pastilla le hizo bien y la dejo durmiendo todo el día. Viviana todavía no había despertado.  A la hora de repartir la comida, todos quedarnos más que satisfechos...más que nada cuando les dimos cigarrillos a algunos que…de verdad lo necesitaban. 


12 de agosto 3:49 a.m.  Ya era de madrugada y todos estaban jugando con una pelota de tenis y otra de vóley.  Yo estaba en el patio de afuera, tratando de limpiarme las heridas...sin que los demás me digan algo. De repente llega Cecilia, me vio que estaba herido y quiso ayudar a curarme.  Me puso alcohol y unas vendas en la pierna. Estábamos solo ella y yo...  Cecilia – ¿Te divertiste allá afuera?  Benjamín – Bueno, corrí el riesgo de matarme, de que me coman y de caerme...y luego de quemarme. Pues sí, creo que si me divertí después de todo… (Riéndose un poco...)  Cecilia – Bueno, cabe decirte…que no fue divertido para mí, ni para el resto. (Volviéndose a ponerse seria).  Benjamín – Me gusta tu sonrisa. Pareciera haber pasado mucho tiempo desde que no la veía.  Cecilia – Ya está... ¿Puedes moverla?  Benjamín – Si...mucho mejor. Gracias…  Cecilia – De nada. Por favor, la próxima no lo vuelvas a hacer….no te vayas.  Benjamín – No puedo prometerte eso…de verdad. Pero era algo que tenía que hacer...  Cecilia – Si lo sé...solo, no te mueras, o seré yo la que morirá por eso.  (Algo triste, viene hacia a mí y se recuesta, abrazándome fuerte...sé que no quería perderme, pero como lo dije, era algo que debía hacer)  Cecilia – No quiero que te pase nada, lo digo enserio…  Benjamín – No me pasara nada, te lo prometo…  Cecilia – ¿Estás seguro de lo que dices? (Mirándome de frente)  Benjamín – Te lo aseguro… (Y solo responde con una sonrisa) Esa es la sonrisa que más me gusta.  Cecilia – ¿Solo mi sonrisa? ¿No yo?  Benjamín – Esa pregunta es inaceptable…también me gustas. (Acercándome a ella)  Cecilia – Recuerda que aun me debes mi regalo de cumpleaños. (Acercándose aun más)  Benjamín – Y puedo preguntar, ¿Qué podría regalarte? (Ya a cm. de ella...)  Cecilia – ¿Enserio hace falta que te lo diga? (Sonriendo y mirándome)  Benjamín – No, pero cierra tus ojos...  Al cerrar los ojos, en una fría noche de invierno…nos dimos el beso que tanto esperábamos darnos. Durante 3 años espere esto de ella…y sentí que ella también.  Este día fue el peor día para todos…es algo que nadie olvidara por más tiempo que pase. Todos nuestros amigos muertos, malheridos y aún vivos…son el ejemplo de que todo puede pasar de un momento a otro sin que nadie sepa cómo reaccionar. Por suerte nosotros…ahora estamos mejor, solo espero que nos rescaten pronto.  Pasamos esa noche juntos en el patio sin que nadie nos moleste, disfrutando de la noche…tapados con mi abrigo. Ella me abrazaba mientras seguíamos con los besos…  "¡No te separes de mi...!"  "¡No lo voy a hacer...!" 

Días Caídos []

10:26 a.m. 

Después de todo un día de sufrimiento, habíamos despertado de una linda noche. Ella me miro, y solo se rio…nos dimos los buenos días y nos levantamos. Volvimos adentro ya que el día estaba un poco fresco…y también para ver si paso algo. 

Al entrar, lo único que hicieron fue cargarnos por lo de anoche. Cecilia fue con Anahí (su mejor amiga) para hablar con ella…yo fui a ver como estaban Diana y Viviana. Por suerte Stefani las estaba cuidando, más que nada a Diana que no se recuperaba de la fiebre. 

Al verla recordé…recordé lo que Sofía me había dicho ayer. Ella dijo que su padre fue mordido…y que luego de eso comenzó a tener fiebre muy alta, no podía caminar y apenas podía hablar. Sonaría muy extraño que Diana tuviera los mismos síntomas. 

Entonces la vi a Diana…totalmente dormida, aproveche y me acerque hacia ella, muy despacio le quite la venda en su brazo...lo hice con mucho cuidado y luego, no podía creer. 

Benjamín – ¡No puede ser…! 

Al quitar toda la venda, vi que la habían mordido en el brazo…y no fue un corte, como todos pensaban. Stefani cuando lo vio…alerto a todo el colegio y más que nada a los profesores. 

Luego de eso…todos llegaron. 

Profesor – ¿Qué hacemos? No creo que a su hermana le guste saber que su hermana murió por esa mordida… 

Juan – Tiene razón, además…Viviana todavía no despertó, y no creo que diana siga aguantando tanto con esta fiebre. 

Carina – No podemos llevarle…sí estuvo así desde que la mordieron, creo que va a aguantar un poco más hasta que su hermana despierte. Por si acaso… 

Benjamín – No Carina…no es así como dices. (Me queda mirando) Puede que si…la podremos dejar aquí, pero se convertirá en una de esas cosas y lo mejor, será mantener a Viviana lo más lejos posible de ella…o tendremos que despedirnos de ambas. 

Yamila – No pueden hacer eso, ¿Qué pasa si Viviana despierta y no encuentra a su hermana? 

Profesora – Benja tiene razón…no podemos arriesgarnos, no esta vez. 

Stefani – ¿Y qué vamos a hacer entonces? 

Carina – La cuidaremos…pero llevaremos a Viviana con nosotros, si despierta les explicaremos. 

Profesor – Buena idea…haremos un turno extra para ella, así estaremos alerta de lo que pasa. 

Seba – Ahora mismo seria buen momento para explicarles… 

Al principio nadie entendió…hasta que nos señaló. Viviana despertó poco a poco. Al vernos… 

Viviana – ¿Qué pasa? ¿Por qué esta reunión? 

Carina – ¡Vivi! ¿Cómo te sentís? 

Viviana – Me duele mi cabeza, y… (Luego la ve y va con ella) ¿¡Qué le paso Diana!? 

Carina – Hey Vivi, calma…por el momento no sabemos nada. Fue mordida…durante el ataque, y nos mantuvo escondido todo este tiempo. El resto de los mordidos también están en el mismo estado que ella… 

Viviana – ¿Por qué no despierta? ¿Y porque tiene tanta fiebre? 

Benjamín – Es por los síntomas de la infección…tampoco puede levantarse. Estábamos muy preocupados por ella, así que anoche le dimos un analgésico...y aun no despierta. 

Juan – Mientras que no pase nada…la dejaremos acá, pero la mantendremos vigilada. 

Profesor – Tienen que alejarse un poco…la infección que tiene puede ser contagioso y no sabemos el momento exacto en que puede despertar…y podría pasar lo esperado. 

Stefani – Yo voy a cuidarla...les aviso si pasa algo. 

Viviana – Yo también... 

Benjamín – Bueno, no duden en hacerlo…estaremos en los pasillos todo el día. 

Después todos se retiraron. Antes de irme, me encargue de poner la venda de vuelta como estaba, por si despertara y se diera cuenta que se la quite. 


12:20 a.m. 

Estábamos Bogado, Seba, Cecilia, Anahí (Cecilia), Carina, Juan, Stefani, Yamila, Viviana y yo...en el curso supuestamente “cuidando de Diana”. Estábamos en un momento importante, que requería concentración…y reflexión. 

Bogado – ¿Quién sigue? 

Stefani – Carina... ¿Qué pasa? 

Carina – Yo paso... ¿Seba? 

Seba – me queda 4. 

Bogado – ¿Yami...? 

Yamila – Yo también paso... 

Seba – ¿Las Cecilia...? 

Cecilia – tengo 5. 

Anahí – También 5. 

Stefani – Caiste bajo Seba. 

Seba – ¿Y vos Tefi...? 

Stefani – Hmmmm no...4. 

Viviana – Que boba… ¡Para que hablas entonces! (Riéndose). 

Stefani – No hables vos... ¡Te toca! 

Viviana – Yo 6 mamita... 

Anahí – Cuidado Benja... 

Benjamín – ¡Yo también 6! Bogado de esta no te salvas... 

Bogado – Puede ser... 

Carina – Entonces... ¿Cuánto? 

Bogado – Ya fue...3 nomas. 

Benjamín – ¿Me estas jodiendo...? ¿¿¿En serio??? 

Yamila – Benja y Vivi ganaron… ¿De vuelta? 

Seba – Déjate de joder…antes, ¡Cumplí la prenda Bogado...! 

Y entonces…Bogado tuvo que levantarse e ir a darle un beso a la profesora. Todo el mundo riéndose por eso...ya que estábamos jugando cartas. 

La cuestión era…una clase de loba, pero debíamos quedarnos solo con una carta. Al llegar a esa única carta…el que más bajo tenia, perdía…y en ese momento pensamos en la profesora como una prenda. Bogado cumplió su prenda y volvió un poco pichado y avergonzado…golpeo en el brazo a Seba, a lo que peor nos dio razones para seguir riendo. 

Luego llegó la hora del almuerzo. Dos sándwich de jamón y queso para cada uno...no era suficiente, pero al menos nos pasaría el hambre un rato. Igual habían decidido volver…esta vez para traer algo de platos o fuentes, para poder cocinar los paquetes de arroz, la carne asada o la carne seca que trajimos, que ya casi estaban por pudrirse. Cecilia al enterarse, me miro y estiro de mi brazo…eso significa que no soy yo el que va a volver a la ciudad. 


4:20 p.m. 

Las horas pasaban y no se podía hacer mucho...en realidad, no se podía hacer nada. 

Había heridos, Diana estaba muy mal y solo teníamos los pasillos y el patio para divertirnos, aunque solo había una simple pelota de vóley, una de tenis y cartas. Además…no creo que podamos aguantar mucho con simples sándwich todos los días y afuera estábamos rodeados por donde sea de zombies. 

Estaba con Juan, en la punta del patio sobre la avenida. Hablábamos de nuestra vida de antes…recordábamos cosas y reíamos un rato. 

Benjamín – Quisiera saber, ¿Qué fue lo que hiciste antes de venir al colegio? El día del ataque... 

Juan – Me desperté, me cepille y desayune. Esa mañana mis viejos se habían ido al centro a comprar algunas cosas, creo que era una cocina nueva. Como nadie fue capaz…tuve que preparar el desayuno y el almuerzo solo...mis hermanos ni se preocuparon. Seguramente, si me preparaba para mí solo…no iban a darse cuenta. 

Benjamín – (Riéndome un rato) Si, en mi casa también es así...aunque cuando se trata de comida, todos están alerta. 

Juan – En casa no. ¡Muertos que andan! Ya parecían zombies…antes que pase. (Y fue peor la risa) 

Benjamín – Así luego...ellos pasan a lo extremo ya. 

Juan – Y vos, ¿Qué hiciste antes de venir ese día? 

Benjamín – Ese día...Ese día me desperté más o menos a las 11. Cuando desperté recordé a Cecilia…y la noche que fuimos a caminar. Me levante, fui a cepillarme y mientras lo hacía me mire al espejo y volví recordarla…esta vez fue esa dulce sonrisa que tenía al despedirse. (Mientras él se reía) Creo que no la olvidaría nunca. Después fui a desayunar un poco, estuve con mis hermanos mirando tele y luego llegó la hora del almuerzo. Me cambie y me vine para el colegio...donde ya sabemos lo que paso. 

Benjamín – ¿Te despediste de tu familia? 

Benjamín – En cierto sentido, digamos que si... ¿Vos lo hiciste? 

Juan – No, solo les dije que ya me iba... (Poniéndose un poco serio) Ojala pude haberlo hecho, más que nada despedirme de mis padres, aunque lamentablemente no estaban. 

Benjamín – Ellos lo entenderán. 

Juan – ¿Por qué lo decís? 

Benjamín – Tenías que venir al colegio, ¿No? Si no te encontraron allí cuando…todo esto…pasó, ellos habrán entendido porque no estabas con ellos cuando… 

Juan – Lo entiendo…y tienes razón. 

Benjamín – Cuando salí de casa...lo recuerdo bien, todos estaban en casa. Mis hermanos y mis padres, mi sobrina...hasta mi perro. Cuando paso esto…lo del ataque, creo que se habrán preguntado... ¿Y Benja? ¿Cómo estará? Al igual que tus padres que, para eso ya hubieran llegado a tu casa a esa hora...lo primero en que se habrán preocupado es en, ¿Cómo estarías vos? 

Juan – (Mirando hacia los zombies) Espero que la ayuda llegue pronto. Sea quien sea o como sea...voy a salir vivo de la ciudad. Irme lejos de este infierno...y no volver nunca más. 

Benjamín – Y lo vamos a hacer… ¡Vamos a salir de esto! Todos aquí, ¡Juntos! Lo vamos a hacer... (Ambos chocamos los puños). Esa es la actitud amigo… 

Juan – Solo espero que haya un lugar seguro fuera de la ciudad... 


5:03 p.m. 

Estaba yendo hacia el baño cuando justo me cruzo con Nani (una chica del 5to años). Estaba aburrida, así que espero a que yo salga para hablar un rato. Fuimos en la baranda a sentarnos e identificar a algunos de nuestros amigos muertos allí abajo. 

Nani – Mira, allí…Rolon. 

Benjamín – Si, le vi…y cerca de él esta Cesar. 

Nani – A él se le puede ver en cualquier lado, por su cabello rojo… 

Benjamín – Si… (Riéndonos) Oye Nani, puedo preguntar… ¿Qué hiciste ese día antes de venir aquí al colegio? ¿Qué hiciste en tu casa? 

Nani – Ese día al levantarme, desayune bien y luego limpie un poco mi casa hasta que mi mamá volviera de su trabajo….y le prepare el desayuno a mi hermanito. Después de que llego mi mamá, le ayude a preparar el almuerzo. Mi padre volvía justo cuando salía, así que despedirme rápido de él…aunque luego le llame para preguntarle por si pasaba a buscarme cuando salía. Tome el colectivo y me vine para acá…era un poco temprano cuando llegue. 

Benjamín – O sea, ¿Qué si te despediste de ellos? 

Nani – ¡Obvio! Siempre me despido de ellos como si fuera el último día. Lo malo es que...ellos me esperarían para cuando yo volviera. Mi padre siempre me espera afuera para tomar terere, mi hermanito para jugar y mi mama para preguntar si ya voy a merendar. Cuando salga de aquí...eso solo va a ser un recuerdo, y nada más. No más desayuno para mi hermanito…ni ayuda con mi mamá en la cocina...ni siquiera más terere con mi viejo. Todo se arruino ese solo día... 

Benjamín – Hey, se lo que sientes…pero recuerda, estas viva. Por lo menos, debes agradecer por eso… (Tratando de animarla un poco) Anda, dame esa sonrisa. 

Nani – Si... (Sonriendo y luego mirando hacia abajo) Mira, ahí está Aldana. 

Mire hacia abajo y es verdad...su prima estaba allá abajo, convertida en zombie. Ambos nos pusimos a pensar…como seria su vida convertida en esas cosas. Creo que sería como un alma en pena visible…aunque con carne y hueso incluido. 


13 de agosto 5:52 a.m. 

Cae la mañana del tercer día... estábamos en un curso durmiendo todos juntos. Me levante temprano ya que me toca mi turno de guardia. Vi a Cecilia junto a Anahí, estaban muy cómodas así que deje que siguieran durmiendo...es bueno que después de todo esto, puedan dormir tranquilamente a pesar de esas cosas rodeándonos. 

Fui hacia el baño, y vi a Nani yendo a ayudar a la profesora con los heridos. Me moje un poco mi cara ya que seguía bastante dormido. Al salir vi a Stefani... 

Benjamín – Hey, ¿Cómo esta Diana? 

Stefani – Está bien, pero…la fiebre aun no para, y parece está cada vez peor. 

Benjamín – Ok, creo que tendré que ir a ver… 

Cuando fui a verla, de repente vi que comenzó a convulsionar...Viviana todavía seguía durmiendo. Corrí hacia ella para atenderla y a tratar de reanimarla. 

Benjamín – ¡Viviana! Hey… ¡Viviana! 

Viviana – (Despertando) ¿Qué? ¿Qué pasa…? 

Benjamín – Es tu hermana…anda a buscar a los demás. 

Viviana – ¡Diana! ¿Qué le pasa? 

Benjamín – ¡Busca a los demás! 

Fue corriendo y despertó a todos. Carina vino y trato de detener a Diana pero era imposible...hacíamos lo que podíamos pero no pasaba nada. Luego de un rato…se detuvo. Les dije que se alejaran un poco para que pudiera respirar, pero…unos segundos después, nos dimos cuenta que fue inútil. Ella de respirar… 

Ahí…fue donde todos se alarmaron. Comenzaron a reanimarla pero era imposible...vi a Stefani y Viviana llorando, Anahí vino para ayudarme. Hicimos Reanimación Cardiopulmonar (nos habían enseñado en primeros auxilios) pero tampoco funciono...yo seguía hasta que me dijeron que no valdría la pena…que me detuviera. 

No quise escuchar, y entonces…comencé a golpear en el pecho de Diana sin parar. Tenía mucha bronca por su perdida. Todo esto…los zombies, mis amigos…Gabi, el rescate que nunca llegaba. Ya no podía aguantar más… 

Anahí – Benja, hey… ¡Para…ya! Debes calmarte…no se puede hacer más nada. 

Benjamín – ¡Despierta Diana! Vamos…yo sé que tú puedes, ¡Despierta! Tu hermana te necesita aquí…no puedes irte así nada más. ¡¡¡Vuelve, maldita sea…vuelve!!! (Comenzaba a golpear cada vez más fuerte…) 

Juan – ¡Hey cálmate! (Sosteniéndome por la espalda) 

Benjamín – No, suéltame… 

Juan – ¡Que te calmes! Maldita sea… (Hasta que me quita de encima de Diana). 

Ya era imposible...Diana ya había muerto. Viviana fue y comenzó a llorar alado de su hermana…Stefani llego para tratar de consolarla. Yo solo quede sentado junto a Juan… 

Unos minutos después, ya todos quedaron en silencio…solo se oía el llanto de Vivi y Stefani, pero luego…escuchamos que alguien grito. Estábamos confusos…así que todos fuimos a ver, y resulta que provenía del curso donde estaban los heridos. 

Todos corrimos hacia allá...la profesora estaba con sangre en su ropa y tratando de escapar. Quisimos ir a ayudar y antes de que pudiéramos llegar, tras ella sale Nani corriendo…y resbala con la sangre de la profesora. En el mismo instante, comienzan a salir 4 zombies…3 de ellos atacaron a la profesora, Nani intenta escapar pero el zombie restante se prende por ella…e intentando defenderse lo muerde en su brazo. Me quede totalmente pálido…no sabía qué hacer, no podía siquiera reaccionar, solo la escuche gritando por el dolor. Hasta que el profesor sale con el Revolver y dispara al zombie que ataco a Nani… 

De repente ese disparo me despertó por completo…entonces reaccione, agarre el cuchillo y corrí para salvar a Nani. Ella trato de levantarse, pero sin fuerzas…otro zombie llego y la mordió en su cuello, y otro la mordió en su hombro. Al momento, comenzó a perder mucha sangre… 

Yo llegue justo y mate a ambos con el cuchillo…pero luego comenzaron a salir aún más. 

En eso…Juan, Bogado, Seba, Leo y los demás de 5to me siguieron y comenzaron a pelear con ellos. Cecilia y las demás chicas, e incluso chicos de 4to, se apartaron... 

El Profesor (quien era el único que sabía disparar) comenzó a matar con el Revolver. Habíamos matado a todos...aunque muchos eran conocidos. Yo no me contuve y los mataba a todos sin importar...al igual que Juan y el Profesor. 

Luego, cuando pensamos que no quedaba nadie…detrás mi aparece uno, mejor dicho una. 

Carina – ¡Benja! (Al voltear…ella me tira la pistola). 

Era mi ex...Marlene. Mis compañeros la conocían así que me lo dejaron a mí...agarre la pistola, deje que se acercara, así sé que no fallare. 

Benjamín – Discúlpame por favor…nos quiero hacerlo. (Cerrando mis ojos) Lo siento… 

Apunte y sin nada más, dispare. Ella cayó lentamente hacia el piso. La mire un momento… ¿Mate a mi ex? Es algo que todo quisieran hacerlo en cierto momento…pero no en este. 

Seba – Traigan vendas, ¡Rápido! 

Tire el arma y fui directo a ver a Nani. Trajimos vendas y alcohol para detener la hemorragia…pero no se pudo. Juan aparto a todos, mientras que Carina y Seba me ayudaban. Bogado y Leo revisaban por si no quedaba más de esas cosas... 

Nani se desangraba totalmente. Hacíamos presión en su herida, la vendábamos…pero no funcionaba. Seba se detuvo…me dijo que ya no se puede hacer más nada. 

Carina – (Agarrando de mi hombro) ¡Benja! ¡Ya para…por favor! 

(La mire...con una mirada triste y desesperada). 

Seba – Benja… 

Carina – ¡Ya no se puede hacer más nada...! 

Nani me agarra de la mano y al voltear, quería decirme algo…y antes de que pudiera llegar a hablar…murió. Se quedó dura…con los ojos y la boca abierta. 

Me levante…camine hacia la puerta del curso para tratar de contenerme. Seba cerró los ojos de Nani, y junto sus manos en su pansa. Tire el cuchillo, al piso…y puse mi cabeza contra la pared. 

Carina – ¿Benja? Benja, ¿Estas…? (Y antes de que terminara, grite y comencé golpear la pared) 

Benjamín – ¡Maldita sea! ¿¡Por qué!? Diablos, ¿¡Por qué nos hacen esto!? Dios… ¿¡Porque!? 

Cecilia llego e intento calmarme...yo seguía golpeado hasta que me abrazo, llorando. Pero luego…las cosas se pusieron mucho peores. 

Stefani y Viviana habían quedado con Diana, pero al escuchar el ruido de los disparos vinieron a ver...y dejaron a Diana totalmente sola. Cuando la dejaron... 

Juan había apartado a todos para que no les pasara nada…Anahí estaba con Yamila casi atrás de todo...mientras que el resto solo miraba y hablaba sobre el tema. Por la multitud no se veía mucho pero cuando voltee a ver...vi a Diana caminado y convertida en una de esas cosas. 

Benjamín – ¡Cuidado! (En ese entonces Anahí, se llevó la sorpresa) 

Agarro y mordió en el cuello a Anahí. Juan corrió hacia Diana e intento quitárselo...el resto de la gente se esparció y comenzó a correr. 

Diana quito por completo, un pedazo a Anahí…ella cayo sin fuerzas al piso. Juan pudo quitar a Diana de encima…pero ella ahora tenía más fuerza que juan, y se prendió por él, ambos cayendo al piso. Agarre el arma y fui corriendo...trate de apuntar bien, pero no podía, se movían mucho. 

Juan – ¡Dispara! 

(En ese entonces, Carina llega...) 

Carina – Juan, ¡Rápido! (Ella agarra y le tira el cuchillo). 

Él lo agarro y se lo atraviesa en el cerebro de Diana. Manchando por completo su cara, se lo quitó de encima…pero tardamos mucho, ella lo había mordido en su brazo. Fuimos a ver y vimos que Anahí se moría...y Cecilia sabía cómo terminaría esto. Ella solo trato de calmarla... 

Cecilia – ¡Hey...hey! Tranquila...vas a estar bien. Solo es una mordida. (Ya había comenzado a llorar). Vas a estar bien...vas a estar bien. Yo estoy aquí...no te preocupes... 

Anahí – (Intentando reírse) ¿Estas…segura? No te…no te alejes… 

Cecilia – Yo te quiero...vas a estar bien. No te esfuerces en hablar…vas a estar bien. 

Ella intento decir algo más, pero antes de que pudiera hacerlo...lentamente cerro sus ojos y tiro su cabeza para atrás. Sin aguantar más Cecilia se quebrantó y comenzó a llorar desconsoladamente...luego sus amigas se acercaron y la acompañaron. 

Juan – ¡Mátame! 

Benjamín – ¿Que...? 

Juan – Ya escuchaste...anda, ¡Mátame…! 

Benjamín – No lo voy a hacer... (Yéndome) 

Juan – ¡Escúchame! (Agarrando de mi brazo) Esto no es un juego...no quiero convertirme en una de esas cosas. O lo haces o lo termino haciendo yo solo… 

Benjamín – ¿Tú crees que es así de fácil hacerlo…? No lo hare…esperaremos al momento indicado. 

Juan – No quiero esperar mucho... ¡Dispara! Quiero ir con mi familia...quiero estar con Anahí. 

Carina – (Llega y le pega una cachetada a Juan) Estas loco…no quiero que te vayas, ¿Me escuchaste? Tienes que quedarte, tienes que aguantar… ¡Por favor! 

Juan – Perdóname amiga… (Se paró de espalda a la baranda) 

Carina – No Juan... No lo hagas, ¡No por favor! 

Juan – Yo sé lo que hago...no se preocupen. (Ya todos llorando por el momento...) 

Benjamín – ¿Estás seguro de esto? (Respondiendo con un gesto). 

Carina – ¡Yo lo hago! (Y me quito el arma). 

Juan – ¡Gracias...! 

Seba – ¿Algo para decir antes de irte? 

(Juan sonrió...chocamos el puño juntos. Y antes de disparar...) 

Juan – Los veré muy pronto… (Cerrando sus ojos) 

Y Carina (con lágrimas en los ojos) disparo...

Someday will know the truth[]

Juan cayo lentamente hacia abajo, con una bala traspasando su cráneo...Carina no soporto el dolor que tenia al ver lo que paso. 

En cuanto a Anahi, sabíamos que ella tarde o temprano se convertiría también en una zombie...pero Cecilia quiso esperar hasta el final, y será ella quien la mataría. Pusimos a Anahi de rodillas, con las manos atadas en la baranda cerca de la escalera...y tratamos de alejarnos del lugar, por pedido de Cecilia. Todos se fueron sin más que hacer… 

Ella espero pacientemente a que reaccionara, y tenía el arma lista. Se quedo sentada durante casi 2 horas...en silencio y mirando fijamente a su amiga, su amiga de la infancia. Ambas fueron compañeras desde el 1er grado, inseparables y más que nada…fieles amigas. Dormían juntas, salían juntas, venían al cole y se iban juntas a la salida, (¿Faltaría que se bañaran juntas?)...y hoy en su último año de secundaria, donde todo terminaría (puede que ambas hubieran tomado caminos diferentes), hoy…se despiden para siempre, y de la forma más dolorosa. 

Yo me quede atrás de ella por si no se animara a disparar...el dolor que sentiría al verla convertida en eso, puede que sea más fuerte. 


8:35 a.m. 

Carina estaba mirando hacia abajo por Juan. Ambos eran también grandes amigos... 

Todos estaban algo tristes y asustados. Luego…Anahi comenzó a moverse. Cecilia se acerco más y más... acariciaba su cara. Yo me prepare por si acaso con el revólver. Algunos se acercaron para ver la triste escena. 

Cecilia – Siempre fuiste mi mejor amiga...no te cambie por nadie, y sé que tu tampoco pero, perdóname por lo que voy a hacer… (Cargando el arma). Recuerdas que antes hablábamos de que, “¿Qué pasaría si una de las dos llegara a morir?” (Ya con lagrimas…) “¿Que haríamos si nos necesitáramos el uno al otro, estando a km. y no poder juntarnos?” Sé que me escuchas, sé que sientes mi presencia...sé que me recuerdas pero, tengo que hacerlo. (En ese momento cuando intento acercarse más y más, Anahi reacciona e intenta morderla...yo estaba a punto de disparar) ¡NO! ¡Por fin te veo muy enojada…! (Llorando totalmente). Esto lo hago por ti amiga…porque te quiero mucho y no sabes lo mucho que voy a extrañarte. 

En ese momento ella levanta el arma y apunta. Anahi comenzó a reaccionar brutalmente, parecía demasiado enojada de lo normal...y de tantos estirones, logro soltar su brazo derecho y agarro el brazo de Cecilia. Ella se forzaba, quise disparar pero a la vez ella me lo impedía. 

Carina – (Acercándose) Benja, dispara. 

Cecilia – ¡No! 

No sabía qué hacer... así que me mantuve cerca por si pasaba algo. Cecilia en ese momento estaba con lagrimas pero muy seria...se dio cuenta que esa ya no era su amiga, pero no quería matarla. 

Carina – Benja… ¡Dispara! 

Anahi intentaba morder en el brazo... así que ella puso el arma hacia el costado de su cabeza, esta vez poniéndose totalmente triste. Y antes de que llegara a morder... 

Cecilia – Adiós...Cecilia. 

Ella tiro del gatillo y la bala salió...al igual que Juan, traspasando su cabeza y dejándolo totalmente sin vida de una vez. Tiro el arma y se quebrando, comenzó a llorar al lado de ella sin parar… 

Yo baje el Revolver, sentía demasiada pena ya que estaba igual por Juan… 

Carina – Tuviste que haber disparado. (Quedando sin responder) 


19 de agosto 2:22 a.m. 

Estaba sentado...mirando hacia la puerta de emergencia. Allí afuera había más de 50 o 60 zombies que trataban de entrar. Cada mesa y silla que caían, los volvíamos a levantar para reforzarlos y aguantar el tiempo que sea posible. 

Estaba cansado, habían pasado una semana y los suministros se habían agotado...ese día no pudimos comer nada. Todo estaba tranquilo, excepto que la ayuda no llegaba y como dije, la puerta no aguantaría mucho. Faltaba alimento y ya nadie tenía fuerzas para salir a buscar… 

Tenia el celular en mi mano, siempre pendiente de que Belén llamara...esa semana no lo hizo, y ya muchos habían perdido la esperanza. 

De tan cansado y débil que me sentía solo quería dormir, cerré mis ojos...unos segundos después suena el celular y despierto de un susto. 

Benjamín – ¿Belén? 

Belén – Benja, ¿Como están? ¿Qué paso? 

Benjamín – (Hablando sin fuerza) Nada, solo esperamos, y luchamos… ¿Qué paso? 

Belén – ¿Pero como están? ¿Paso algo estos días? 

Benjamín – Mejor, ahorremos los detalles…por favor. ¿Qué paso con el S.O.S.? 

Belén – El ejército no respondió (tire mi cabeza para atrás como si perdiera la poca fe que quedaba), ellos dijeron que no hay nada ahí, y el helicóptero de las noticias no volvió, así que trataron de negar diciendo que si lo hizo. Si el ejército no responde esta semana...no hay más nada que yo pueda hacer, seria decisión de ustedes hacer lo posible para salir. Lo siento Benja, hice todo lo que pude… (Pensando que responder) ¿Benja…Estás ahí? (Parecía a tener ganas de llorar) Contesta, por favor... ¡Me estas asustando! 

Benjamín – Ya sé lo que voy a hacer. 

Belén – ¿Qué cosa? No querrás hacer una locura... ¿Verdad? 

Benjamín – ¿Tienes alguna otra idea...que no sea esperar? 

Belén – No hagas nada, puedes matarte… ¡Se racional…! Por favor. 

Benjamín – Ya no hay nada que perder aquí...ya todo se perdió. 

Belén – No digas eso... ¿Ya perdiste la esperanza o qué? 

Benjamín – Te hablo por la mañana, ¿Si? Necesito descansar...estate atenta al teléfono, por favor. 

Belén – De acuerdo, solo cuídate por favor...hasta luego. 

Benjamín – Lo haré, confía en mí… 

Colgué el teléfono...sé que lo que se me acaba de ocurrir sería muy arriesgado, ¿Qué otra cosa se podría hacer en estas circunstancias? 


10:08 a.m. 

Junte esta vez a todo el colegio...algunos se sentían débiles, flacos con el estomago vació, pálidos como si no fueran a dormir por días. 

Benjamín – Tengo algo que decirles, se me ocurrió una idea...pero sé que no les va a gustar pero siento es lo único que podemos a hacer ahora. Necesito a 2 o 3 personas... 

Profesor – ¿Para qué...? 

Benjamín – Para ir un Supermercado. (Todos hablando). Hey, escuchente… ¡Hey! Lo saben. Un supermercado es el único lugar con la suficiente comida para todos nosotros...hay muchos a nuestro alrededor a los que podamos ir. 

Viviana – ¡Estás loco...! En Esta semana ya murieron 6 por haber ido a buscar en el barrio, y otros 5 más que murieron por hambre y envenenamiento, ¿Y a ti se te ocurre salir a buscar...en un Supermercado? 

Benjamín – (Levantando la voz) ¿Y que mas quieres? Quedarte a esperar a que el ejército llegue, y nos salve a todos. ¡Hay que dejar de esperar y empezar a hacer las cosas por nuestra cuenta! (Todos se callaron en ese momento) ¡Ha pasado una semana! No podemos seguir así… Escúchenme...si vamos a un supermercado, podemos traer lo que sea, y para entonces no nos faltara mas nada en semanas. Solo así podremos estar en paz…y esperar tranquilos. 

Chica de 4to – ¿Y cómo piensas hacerlo? 

Benjamín – ¿Alguien que sepa conducir camioneta? (Y en ese entonces mire a mi profesor...) 

Nadie hablo...todos se miraban entre sí, pero sabíamos que el único…era el profesor. Al menos eso pensamos al principio... 

Bogado – ¡Yo sé! Yo voy a ir...quiero salir de aquí, ya me estoy asfixiando. 

Seba – Yo también...yo me prendo, además sin mí no sobrevivirían ni 5 minutos. 

Allí fue donde todos comenzaron a hablar sobre el tema...el profesor no quería que lo hagamos. Muchos nos daban la razón...otros no querían y algunos simplemente quedaban callados. 

Profesor – ¡No estoy de acuerdo! Es muy peligroso...irse por la ciudad es un caos, no permitiré que vayan…ya es mucho con las personas que perdimos hace una semana, no toleraría hacerlo de nuevo con mis mejores alumnos. 

Ellos – Profesor…escuchen lo que dijo. Tiene razón...hay que zafar de esto o vamos a terminar todos con hambre, a no ser que quiera ofrecerse como asado. 

Viviana – ¡Hey! Esto es un infierno...pueden morir si salen a la calle, quien sabe todo lo que hay allá afuera. Sé que estamos desesperados, pero no hay que recurrir a tal cosa… 

Seba – Dime, ¿Tienes otra opción...? (Callándose) O nos arriesgamos, o nos morimos por falta de alimento…no podemos seguir aquí sentados, esperando…debemos actuar, sin arriesgar no conseguiremos nada. 

Viviana – Pero entiendan... ¡Ay maldita sea! (En ese entonces llego Cecilia algo frustrada y seria). Cecilia…por favor, hazles entender que es muy, muy arriesgado lo que harán... (Mirando a todos sin responder). 

Yamila – ¿Cecilia? 

Benjamín – (Acercándome) Déjame hacer esto...por favor. 

Todos la quedaron mirando...como si su palabra es la única que importara. 

Cecilia – Espero...llenen el auto de bolsas. 

En ese momento solo la sonreí...y la abrace. Esta vez sin mochilas...solo seria las armas y el cuchillo. Leo ya no quiso hacerlo...ya que se sentía muy débil. Así que tuvimos que ir solo nosotros tres...cargamos las pistolas y nos llevamos algunas balas demás. El profesor nos entrego las llaves de su camioneta y lo único que pidió, es que tratemos de que no nos pase nada en el camino. Que si pasara algo…dejemos la camioneta y corramos. 

Fui con Cecilia antes… 

Cecilia – Se que te di a prometer que no vuelvas allá afuera... (Ella estaba muy cambiada por la muerte de su amiga...no parecía la misma, y más que nada por el hambre, estaba debilitada), pero prométeme, de nuevo, que volverás. 

Benjamín – (Tomando sus manos) Te prometo que volveré sin un rasguño. 

Ella me abrazo...dándole un beso en su frente. Sin más que decir partimos rumbo. Bajamos por el techo de la capilla...allí mismo tuvimos que matar algunos zombies. Al llegar a la camioneta tuvimos que apurar el paso ya que muchos zombies de alrededor nos vieron...cuando subimos, Bogado encendió y acelero a fondo, arrastrando a unos cuantos por el camino. Pero eso sería solo el comienzo... 

Quede mirando a Cecilia, que estaba en el balcón… 


10:52 a.m. 

Al salir con suerte del colegio...cruzamos por el hospital en donde pudimos ver al helicóptero, lástima que nadie sabía cómo conducirlo, así al menos conseguiríamos ayuda. La idea era irnos al supermercado más cerca... así que fuimos hacia Carrefour (el único más cercano). Pero al ver nuestro alrededor…no podíamos creer lo que quedo de la ciudad. Calles obstruidas y sin salida, autos accidentados, zombies por donde sea, sangre, personas muertas y devoradas, hasta perros totalmente comidos, vidrieras rotas, postes de luces caídos....tal como lo dijo el profesor, esto se convirtió en un caos. 

Nos costaba mucho avanzar por los autos, teniamos que acelerar el paso y subimos a las veredas, donde atropellaríamos a unos cuantos zombies. Pero cuando llegamos al supermercado...fue lo peor. Estaba rodeado totalmente por zombies, era imposible cruzar… ¿Y salir? 

Seba – Me parece que fue mala idea... 

Bogado – Vamos, antes de que nos vean. 

Los veia...era lo más impresionante, miles de zombies alrededor. De seguro que debe haber gente allí dentro, por eso está lleno hacia su alrededor. Subí a la camioneta y tuvimos que ir a otro lugar...y lo único que se nos ocurrió, es ir hacia el Híper. Esta sobre la avenida y es la más grande que hay, es imposible que lo hayan cerrado. Bogado puso en marcha y fuimos directo hacia allá...y cruzamos por el centro. Si lo que vimos camino hacia aquí fue un desastre, lo que había en el centro era casi como si un terremoto arraso la ciudad. El centro era una ciudad fantasma, una ciudad de terror donde dominaban los muertos. Tuvimos que cortar camino pero esta vez metiéndonos dentro de los barrios...que sería un poco más peligroso, pero al final salimos intactos y un rato más tarde, llegábamos al Híper. 


12:10 a.m. 

Entramos al estacionamiento, metimos la camioneta en un lugar cerca pero escondido por si alguien quiera robársela. No había nada de zombies… 

La única puerta abierta era la de atrás, así que tuvimos que entrar por la sala del Bowling, donde había unos zombies que pudimos matarlos Seba con el machete y yo con el cuchillo. Seguimos y por fin…hallamos el gran tesoro, totalmente intactos todo el lugar. Agarramos los carritos, los llenábamos hasta lo que ya no daba... tratábamos de no hacer tanto ruido ya que las cajeras y algunos clientes eran zombies, pudimos matarlos pero eran muchos así que cargábamos en la camioneta y volvíamos sin preocuparnos por esas cosas. 

Benjamín – Oye, Seba. – ¿Qué pasa? – Mira disimuladamente hacia el 2do piso… (Al darse vuelta, ve a alguien que nos espiaba desde allí) ¿Los viste? 

Seba – Si, puede que sean los trabajadores de aquí… 

Benjamín – La puerta estaba abierta, si fuera trabajadores…no la dejarían abierta. 

Seba – (Recapacito) Tienes mucha razón. Solo estate atento…puede que nos tomen por sorpresa antes de querer salir de aquí. 

Benjamín – Lo sé, también pensé en eso…avísale a Bogado. 

En ese entonces cargamos las pistolas y nos preparamos. Bogado sabia disparar...su papa era ex-militar y antes de morir le enseño a sus hijos a disparar y pelear. Bogado agarro el revólver, yo la pistola y Seba cargaba las cosas a la camioneta...ya nos quedaba poco antes de llenarlo. 

Cuando volvíamos para la última vuelta, un tipo alto y musculoso salió de las escaleras, tomándome por sorpresa e intenta quitarme el arma. 

Trato de defenderme y empiezo a forcejear con el...Bogado intenta defenderme cuando de repente, sale otro y este tenía con una navaja. El sabia pelear y entonces me zafe del tipo y el arma cayo, le tire el cuchillo a Bogado y cuando lo agarro, esquiva un derechazo y con el cuchillo…logra hacerle un corte horizontal en la nariz que lo dejo sangrando y gritando. 

Intente alcanzar el arma pero cuando lo agarre el tipo golpea mi brazo y hace que yo dispare hacia el techo...el ruido atrajo la atención de muchos zombies. 

Seba vino me quito de encima al grandulón...éramos 3 contra un gorila de 2 metros. Nos separamos, antes de que pudiéramos hacer algo...cuatro zombies empiezan a comerse a su amigo, mientras que el intento hacer algo, un zombie que traía una escopeta en su espalda (Seguridad) se prende por Bogado e intenta morderlo. 

Seba saco el machete y mato a unos cuantos. El grandulon quería tirar al piso a Bogado para matarlo por lo que le hizo a su amigo...pero antes que lo haga, lo envestí...y ambos caímos al suelo. El arma estaba tirado cerca y trate de zafarme de él pero era imposible. 

Bogado zafa del policía con ayuda de Seba, quien lo mata con el revolver...el tipo me tiene en el piso, agarra la navaja de su amigo y por poco antes de llegar a mi cuello, Bogado le quita la escopeta al zombie y dispara en su brazo, y logrando quitarme de encima. 

Quedando totalmente herido…matamos a los zombies que se estaban comiendo a su amigo. 

Tuvimos que cargar lo último que entraba en la camioneta...apurarnos ya que vimos que cientos de zombies se acercaban al lugar, pero antes de irnos...una chica baja para ayudar al grandulón (parecía ser su novio) y otra pareja de más o menos 40 años bajaron pero este ya era tarde, ya se lo habían comido a su amigo. Sentí poco tristeza al ver esa escena… 

Seba – ¡Benja! 

Entre los tres apuramos el paso, cargamos, subimos a la camioneta y Bogado pisa el acelerador a fondo y por suerte pudimos zafar, pero con el gran premio de la canasta. 


2:35 p.m. 

Zafamos pero...nos íbamos en dirección equivocada. 

Benjamín – ¿Qué haces? ¿Dónde vas...? 

Bogado – Si vamos a llevar esta comida al colegio...hay que revisar si hay algún lugar seguro o buscar ayuda fuera de la ciudad. El colegio ya es imposible vivir ahí. 

Seba – Pero eso lo podemos hacer después...hay que llevar esto ahora. 

Bogado – Apenas pudimos convencerlos de salir hoy… ¿Creerán que querrán de nuevo? Confíen en mi...si no encontramos nada dentro de 1 hora, volveremos. 

Bogado intento ir hacia el puente blanco, hacia la ruta que nos lleva a Paraguay. Nos íbamos tranquilos...aunque no falto las risas por la pelea que acabábamos de tener. Después de una semana no nos habíamos reído tanto, y encima por casi haber muerto. Bogado se trajo la escopeta para él y no parecía querer compartirlo con nosotros. Mientras íbamos…abrimos unas cuantas cajas y comimos, sentimos alivio al saborear el cereal. 


2:57 p.m. 

Después de un rato conduciendo, esquivando autos y atropellando zombies...nos toco una sorpresa que ninguno de los tres nos habíamos imaginado, ni siquiera en películas. 

Bogado – (Fue quien lo vio primero) Hey vieja… – ¿Qué...? (Estábamos un poco cansados). Es mejor que miren esto... 

Cuando mire hacia el frente...si los zombies en Carrefour, la ciudad fantasma y el corte en la nariz me sorprendieron…o que vi en ese momento tuvo el premio mayor, ambos quedamos tonteados por lo que estábamos viendo. 

Avanzamos un poco más y luego nos detuvimos...nos bajamos del auto y nos acercamos. 

Una muralla de más de 6 metros que tapaba el camino hacia la salida de la ciudad. No llegamos a ver dónde termina...pero entraba hacia el monte de largo, como si tratara de tapar el camino hacia algún lugar, mejor dicho, salir de la ciudad. 

Quedamos totalmente confundidos con esto… 

Benjamín – ¿Pero qué diablos...? 

The path continues ...[]

Intentamos salir de la ciudad para pedir ayuda, pero cuando llegamos al puente, en vez de eso...nos encontramos con algo mucho peor. Una enorme muralla de 6 o 7 metros que tapaba todo el camino...no sabíamos que tan largo era, pues se llegaba a ver a lo lejos en el monte. 

Quedamos viendo un rato, ninguno podíamos creer lo que veíamos... ¿Una muralla? ¿Como fue que apareció algo como esto? ¿Quien la puso o como? Las preguntas para después... teníamos que volver al colegio, habían pasado horas y teníamos que llevar la comida antes de que otro muriera por hambre. Pero...Bogado quiso traspasar la muralla, le dije que no, que tendremos tiempo para hacerlo otro día pero no ahora. 

Bogado – Todavía hay tiempo...confía en mi, ellos podrán esperar un poco mas. 

Benjamín – ¿De que hablas? Algunos no come desde ayer...otros desde hace días. 

Bogado – Escúchenme, porque no hacemos esto...nos vamos solo los 3 de acá. Fuera de la muralla debe haber un refugio, debe de ser seguro. Y con toda esa comida...podremos sobrevivir hasta encontrar algún pueblo. 

Benjamín – No voy a irme sin Cecilia...no abandonaría a los demás. Ellos confían en nosotros. 

Bogado – Pues podemos hacerlo, traerlas y largarnos de este maldito lugar. 

Seba – No podemos...los demás nos esperan de vuelta, ¿Que pasa si el ejercito llega y no nos encuentran? ¿Que pasaría si tu amiga Belén llegara y resulta que no te encuentra allí? Se desesperara... (Señalándome) 

Benjamín – Tiene razón...ya tardamos mucho, es hora de volver. Si es posible, volveremos aquí otro día... 

Bogado – ¿Que? ¿Tienen miedo? ¿Se preocupan por ellos? 

Benjamin – ¡Ya, escúchame! Si no hubieras venido, también estarías esperando a que lleguera la comida. 

Bogado – ¿Porque crees que vine? Para irme de la ciudad... ¡Y si, tienes razon! Pero si yo no hubiera venido...es posible que hayan muerto por esos dos tipos allá en el Hiper. Agradece que te salve la vida... 

Seba – ¡Y yo te salve la vida a ti! No importa como terminábamos...si sabíamos que había alguien arriba, nos hubiéramos ido y conseguir mas en otro lugar. 

(La discusión no llegaba a ningún lado...Bogado quería escapar pero por mayoría, Seba y yo ganábamos). 

Bogado – Deben entender...allá afuera debe de ser mucho seguro que aquí, tenemos que intentarlo. 

Benjamín – Lo haremos otro día...pero con nuestros compañeros. Lo planearemos mejor, quienes irán, como saldremos y como pasaremos eso (apuntando hacia la muralla). Hasta entonces debemos volver para... 

Y antes de que pudiera terminar de hablar...Bogado me golpea e intenta pelear conmigo, pero cuando lo hizo, agarre su brazo, lo levante y lo tire al piso. 

Bogado – ¿Desde cuando te han nombrado "Jefe" para decidir que tenemos que hacer...? 

Benjamín – ¡Nunca dije que lo fuera! Este era tu plan, si no hubiera estado esta cosa...ya no habríamos vuelto al colegio, ¿Cierto? 

Seba – ¡¡¡Hey, ya...paren!!! 

Bogado y yo empezamos a pelear...ambos teníamos la misma fuerza, pero sabia pelear mejor que yo y muchas de las veces me ganaba. Seba llego y nos separo a ambos...pero cuando lo hizo, Bogado saca su escopeta y antes de que dispare, me levanto y empujo a Seba antes de ser disparado. Corrimos tras los autos donde siguió disparando varias veces...la bala roso a Seba en su espalda, lo dejo casi inmóvil por falta de aire. 

Cargue la pistola, aunque no sabia disparar... estábamos cerca de la camioneta, pero si nos levantábamos, Bogado volvería a disparar y Seba no podía moverse mucho. 


3:05 p.m 

Tenia cargado el arma, si disparaba... podría herir a Bogado, aunque a el no le importo habernos disparado a nosotros. Seba estaba herido en su costilla y a Bogado todavía le quedaban 7 cartuchos. 

Las llaves estaban en la camioneta. Intente espiar, Bogado estaba apuntado, así que tome algo de coraje...agarre el arma y dispare varias veces para ahuyentarlo así poder correr a la camioneta. Agarre a Seba y corrimos como pudimos mientras seguía disparando...pero cuando terminan mis balas, Bogado se levanta y dispara, el cartucho impacta en el tanque de gasolina de un auto cerca nuestro, segundos después el auto explota y nos deja aturdidos a ambos. 

No podía levantarme, Seba no me escuchaba y Bogado intento huir hacia la camioneta. Cuando recupere mas o menos la conciencia, agarre el revolver y le dispare sin apuntar, uno de las balas impacta en el vidrio de un auto por donde cruza. Seba despierta, pero yo todavía seguía algo mareado. El me levanta y cuando vemos, Bogado nos estaba apuntando... 

Seba me tira al costado de un auto y entonces Bogado dispara. El cartucho golpea en su pecho...y vi como se desplomaba totalmente, ya sin vida, en el piso. Primero Gabi, Nani, después Diana, Juan, Anahi y ahora Seba. Quede totalmente congelado, no reaccionaba...hasta que vi que Bogado se acercaba hacia a mi. Así que luego, cargue el arma, y antes de que Bogado pudiera verme, empece a disparar hacia el (ya no me importaba si lo mataba), cuando intento disparar...yo llegue y lo envestí, tirándolo al piso. Su escopeta salio tirado. 

Benjamín – ¡¡¡Hijo de....!!! 

Estaba sobre el, y comencé a golpearlo...le quite el cuchillo y luego me tira a un lado. El tenia la navaja que le había robado al tipo del almacén. Ambos comenzamos a pelear a muerte muy cerca de la camioneta...como dije, el sabia pelear mejor que yo...pero con lo que acabo de hacer, no tenia compasión por él y cuando tuve la oportunidad, intento golpearme con su izquierda y lo esquive, agarre el cuchillo y le hice un corte bastante doloroso en todo su brazo (del codo al hombro). Vi como perdía mucha sangre, lo había dejado inmovilizado...y esta vez, tire el cuchillo y volví a tirarle al piso...golpeándolo hasta no parar. 

Lo golpee una y otra, y otra vez...tenia toda la boca sangrada, logre sacarle un diente y un ojo totalmente reventado...era posible de no parar hasta que muera. Mis manos y mi ropa estaban totalmente manchados de sangre. Luego, ya estaba cansado...estaba muy herido y moribundo, y al momento en que dude, pudo atajar mi brazo y quitarme de encima, quiso agarrar la escopeta pero antes de que pudiera hacerlo...me levante lo apunte, y no pudo hacer mas nada. 

Benjamín – ¡¡¡Ahora si vas a quedarte quieto!!! (Ya con poca paciencia). 

Bogado – ¿Que vas a hacer cuando llegues? ¿Como te iras si ni siquiera sabes conducir? 

Benjamín – Si no vas a ayudarme, entonces no debe importarte... ¿O si? 

Bogado – Esa puerta se abrirá...y todos van a morir. Todos por tu culpa...por no haberme escuchado cuando te pedi. Cecilia, Carina, Yamila, Viviana, Tefi, el profesor y todos los demás...van a morir porque intentaste salvarlos y les fallaste, porque eres débil. (Comenzando a reír como un delirante). 

Benjamín – Si crees que pasando la muralla es seguro...pues entonces, ¿Que esperas? Hazlo... ¡Ve! (Bajando mi arma). Un día te darás cuenta que tu peor error, fue habernos dejado por tu egoísmo, tu arrogancia. Te darás cuenta que dejaste atrás las personas que confiaron en ti. Un querrás volver...pero sera tarde. 

Solo nos quedamos mirándonos. Sabíamos que ambos teníamos total razón. Agarre el cuchillo, guarde las armas y le quite el machete a Seba...me despedí de el. Antes de levantarme...escuche el ruido de la escopeta de tras mio, al voltear vi que Bogado me estaba apuntando. 

Benjamín – ¿Quieres matarme? Bien... ¿Que esperas? 

Bogado – Espero que un día te arrepientas por no hacerme caso hoy...y para ti, también ya sera tarde. 

Benjamín – ¡Entonces asegúrate de que tu tampoco te arrepientas de haberme disparado! 

Estábamos allí...cara a cara, solo debía jalar del gatillo y mi cabeza saldría volando en pedazos. Cuando estaba a punto de disparar...cerré mis ojos y el dispara. Al abrirlos...vi que bajo su escopeta, y se retiro. 

Al voltear...vi a Seba con su cabeza hecha pedazos, creo que su hora llego tan rápido. 

Benjamín – ¿¡Donde iras Bogado!? (Avanzando sin responder y con su escopeta en el hombro) 

Fui hasta la camioneta...vi a Bogado caminar hacia la avenida principal. Sentia algo de pena por lo que acabamos de pasar...pero tanto él como yo, sabia que se lo busco. Antes de entrar...voltee a ver, se dio vuelta y miro al igual que yo a él...y solo se dio vuelta y yo me subí a la camioneta. 


3:27 p.m 

Arranque el auto, no sabia como hacerlo...pero apreté despacio el acelerador y me fui. Al ver por el retrovisor, ya perdi a Bogado de vista...pero si llegue a ver a Seba. 

Más adelante vi una patrulla...me baje y encontré 2 radios, una cachiporra y municiones. Vi el radio del auto...intente ver si alguien respondía, pero no había nada, solo un aviso de emergencia dado por el ejercito en la ciudad: 

"Señores, les damos este aviso de emergencia para todos...hay una plaga en la ciudad y se desconoce su origen. Reiteramos, hay una plaga en la ciudad y se desconoce su origen. 

Les rogamos busquen refugio seguro, comida y armas. Si esas cosas llegan a morderlo, se convertirán en ellos y no volverán a ser ustedes mismo...se les recomienda un tiro en la cabeza o atravesándolo con algo, tratar de no salir de sus casas y matar a cualquiera que intente contacto con ustedes mismos. 

La ayuda esta en camino...repito, la ayuda esta en camino, no se preocup........." 

Y luego se corto la transmisión. 

El tiempo se había puesto nublado, parecía acercarse una gran tormenta... así que tuve que acelerar el paso. Cuando cruce por el mercado, ya estaba infestado de zombies, no había mas entrada a ella por ningún lado. 

Seguí probando el radio, no había nada...solo ese mismo aviso que repetía cada cada 1 hora. 


4:00 p.m 

Ya estaba cerca del colegio, el problema seria...como subir las cosas, como avisarles que estaba llegando. Estacionarme en la calle seria muy difícil ya que había muchos zombies recorriendo... 

Cuando estaba en frente pude ver a los chicos esperándome. Les di una señal para que me esperaran en el patio que daba hacia la avenida...trate de ir sin que me siguieran, pero cuando doble, se me ocurrió tocar la bocina para ahuyentar los zombies que estaban en el portón. Solo algunos me siguieron. 

Acelere a fondo y sin pensarlo...me subí a la vereda, atropellando a todos los zombies que había. Los demás me estaban esperando arriba. Baje y le tire un arma a mi profesor, quien comenzó a matar a algunos zombies que se acercaban. Otros bajaron en el techo de la camioneta para subir las bolsas. Manadas de zombies se acercaban y faltaban muchas bolsas, apuramos el paso...otro más bajo para ayudarme y después de un rato, lo logramos. 

Les ayude a subir y cuando estaba sobre la camioneta, salte y ellos me sostuvieron...pero antes de subirme un zombie me agarro de mi pierna. Intente quitarme de encima...pero eran fastidiosos, pero luego llega Carina y me da el arma, apunto bien, apreté el gatillo y la bala atraviesa justo en su ojo...pudiendo por fin subirme, terminando con la pesadilla. 

Carina – ¡Benja...Benja! 

Benjamín – ¡Estoy bien...estoy bien, tranquilos. (Un poco cansado y con mi corazón latiendo rápido por el susto) Estoy bien! 

Carina – ¡Hey...! Benja, ¿Donde están Seba y Bogado? 

Benjamín – No. Ellos no... 

Stefani – ¿Que...? ¿Que les paso, hey? ¡Habla! 

(En ese entonces vi llegar a Cecilia...me levante y ella vino a abrazarme) 

Carina – Benja... (Mirándola) ¿Que les paso a los demás? 


5:34 p.m 

Estaba en el patio con Cecilia, me estaba vendando y curando las heridas por la pelea que tuve con esos tipos en el almacén y también la que tuve con Bogado. 

Cecilia – No cumpliste tu promesa... (con una sonrisa y algo seria). 

Benjamín – Pero si cumplí la tuya... ¡Awww! 

Cecilia – ¿Te dolió? 

Benjamín – Cállate... ¿Si? 

Cecilia – Lo siento... (Riéndose) 

Benjamín – Es bueno que sonrías... 

Cecilia – (Mirándome...) Mírame, Benja... ¿Que vas a hacer? ¿Que les dirás? 

Benjamín – Diga lo que diga no me creerán. 

Cecilia – Tu teléfono tiene cámara, ¿Porque no tomaste una foto? 

Benjamín – ¡Muy buena idea, porque no se me ocurrió en ese momento! (Siendo sarcástico) 

Cecilia – Digas lo que digas, solo omite las partes que crees que no te creerán. Solo diles la verdad...y dejemos el resto como secreto. (Al momento llega una chica de 4to). 

Ella – Oigan...me dijeron que les avise que ya es la hora. (Ambos la mirándonos...) 

Cecilia – Diles que iremos enseguida. (Retirándose) Ya esta... 

Benjamín – La tercera creo que sera la vencida..., ¡Gracias! 

No dijo nada...solo sonrió y me respondió con un beso. 

Cecilia – Bien, hay que ir. ¿Estas bien? 

Benjamín – Si, lo estaré...creo. ¿Tu estas bien? (Me ayudo a levantarme y mientras nos íbamos...) 

Cecilia – Si, estoy bien. 

Habíamos entrado y al llegar al pasillo, todos nos estaban esperándonos...mas que nada, me esperaban a mi. Querían que les contara lo que paso mientras estuvimos ausente. Me metí en medio de todos...Cecilia se hizo a un lado. Mis compañeros mas que nada esperaban una respuesta, al menos una excusa o razón de que yo haya vuelto solo. 

Profesor – Benja...es hora de explicar lo que paso. 

Benjamín – Lo que paso allá afuera, no fue nada raro ni nada común. 

Chica de 5to – ¿A que te refrieres con "nada raro ni nada comun"? 

Benjamín – Me refiero a que...nos atacaron. (Todos impresionados) Fuimos a Carrefour pero estaba totalmente rodeado de zombies. Creemos que había personas adentro, por eso estaban afuera y no dentro... así que no nos quedo otra que ir hasta el Hiper, era el mas grande y también el único que tiene varias entradas. Cuando entramos...saqueamos lo que pudimos y los metimos en la camioneta, hicimos varios recorridos entrando y saliendo hasta que vimos a unos tipos en el 2do piso...se enfrentaron a nosotros y por pocos nos matan. Habíamos encontrado una escopeta, Bogado se la quedo para el. Salimos del almacén antes de que los zombies llegaran. Bogado no intento volver hacia acá (Todos pusieron cara de sorprendidos), sino que quería escapar de la ciudad con toda la comida, Seba y yo discutimos con él para que no lo haga, intentamos llegar a un acuerdo pero...el se negó y comenzó una que luego paso a los disparos. Mato a Seba, quien intento cubrirme. Después volví a tener otra pelea con él...esta vez a muerte. Tuve oportunidad de matarlo, al igual que él...pero...he aqui. 

Stefani – ¿Porque no lo hiciste? (Todos mirándola) Se merecía... 

Benjamín – Porque no, el tenia razón...escapar de la ciudad es lo único que podemos hacer ahora. Quedarnos aquí y estar pendientes a que esa puerta un día se caiga y empiecen a entrar cientos de esas cosas. ¿Y hacer que...pelear? ¡Somos apenas 36! No somos nada...estamos aquí por miedo y se que todos lo tienen, pero mas miedo tendremos si nos quedamos aquí con esa puerta a punto de caer. Deben hacerme caso... 

(Todos callaron, lo que dije era verdad pero nadie quería irse... tenían demasiado miedo) 

Carina – ¿Tu crees que fuera de la ciudad hay seguridad? 

Benjamín Si, la hay... 

Carina – Pues yo voy contigo. No sé los demás...pero ya no soporto estar en éste lugar. 

Stefani – También yo...solo espero que tengas razón. 

Viviana – Yo les sigo a ustedes. 

Yamila – Yo no me separo de ustedes. 

Cecilia – ¿Alguien mas? 

Chica de 5to – ¿Que pasa si el ejercito llega y no nos encuentran aquí? 

Stefani – No creo que el ejercito tarde mas de una semana en venir... 

Leo – Voy con ustedes...lo que sea por salir de aquí. 

Benjamín – ¿Profesor? ¿Alguien mas? La oferta seguirá en pie hasta mañana, quizás pasado...decidan. 

Luego...me retire a descansar. 

Los demás siguieron discutiendo si era mejor quedarse o salir de la ciudad. Me puse a recordar lo que había pasado esta tarde, me pregunte ¿Tenia que haberlo matado...o hice bien en dejarlo vivir? No lo se...ahora debe de estar en "Su refugio seguro"...solo espero esté bien. 

Solo espero que no se recupere de su herida. 

The ... Output?[]

21 de agosto 9:14 a.m. 

Pase la noche solo, en el patio que daba hacia la avenida...pensando en miles de cosas que hubiera pasado o estarían pasando ahora mismo si no ocurriera esto. Desperté sobre el borde con mis piernas colgando hacia abajo...donde había cientos de zombies rodeando el colegio. Cuando desperté, vi a Viviana sentada a un lado...cuidándome por si me cayera. 

Viviana – Buenos días Benja. 

Benjamín – Buenos días, ¿Qué tal la noche? 

Viviana – Algo…estresante, creo. 

Benjamín – ¿Por qué...? 

Viviana – Estuvimos tratando de pensar pacientemente si en verdad…era buena idea irnos de aquí. Muchos de nosotros llegamos a un acuerdo en que...esperar seria lo mejor, obviamente no llegamos a nada. 

Benjamín – Mira, les dije que nos iríamos y lo vamos a hacer, no les obligue a que lo hagan…si quieres puedes quedarte. (Nos quedamos en silencio unos segundo). Siempre me mantuve por la decisión de los demás, así que será tu decisión ir o no…yo lo entenderé. 

Viviana – Lo sé, solo digo que… 

Benjamín – Hey…haz lo que te parezca mejor para ti. Si fuera por mi te pediría que vengas, pero...si no quieres o tienes miedo, no puedo hacer nada que no quieras. 

Viviana – Ahora empiezo a creer que tuviste razón antes... (Mirándola confuso) Si te hubiera hecho caso, no creo que nuestra situación seria la misma de ahora, ¿No lo crees? 

Benjamín – No...no lo seria. Te di oportunidades, ¡Por años! Me pediste que me alejara de ti y así lo hice...te salve la vida porque lo creí correcto. 

Viviana – (Secándose las lagrimas) Ahora veo porque Cecilia te quiere...me doy cuenta de la clase de persona eres. Muchas gracias Benja, nos veremos adentro. (Retirándose) 

Me había levantado y fui al baño a mojarme un poco la cara. 

Luego fui a comer algo y tuve una pequeña charla con los demás. No les había contado nada de la muralla, a excepción de Cecilia...sería imposible que me creyeran, así que seria mejor que lo vieran ellos mismos. 

Habíamos preparado las armas, habíamos planeado como salir, por donde ir y en que llegar hasta allí...ya que estábamos en el centro de la ciudad. Elijamos el camino que elijamos, ambas quedaran la misma distancia y con esas cosas rondando por todos lados, sería muy peligroso. Cada vez se habían sumado más, ya éramos cerca de 15…pero el profesor y otros más no querían hacerlo. 

También les explique el estado en que quedo la ciudad luego del ataque. Las calles, los edificios, las casas en si…todo. Al principio no lo creerían, pero ellos pronto lo verán. 

Ya que éramos solo 6 varones, el resto eran simples mujeres…Leo y yo mandábamos el grupo, Leo sería capaz de matar a quien sea si tocan a sus amigos, yo los guiaría hasta donde sea con tal de que ellos y yo vivamos. Carina, Cecilia y Yamila sabían algo de primeros auxilios por si acaso. Tres chicos y dos chicas de 4to y 5to sabían algo de karate…por si se apareciese alguien en el camino. 

El resto solo serian personas que nos ayudarían a salir vivo de esta. Después de un rato…mientras nos preparábamos para salir, junte a todos por ultima vez. 

Benjamín – Bien, a todos...esta es su ultima chance, ustedes decidan. Se van con nosotros y buscamos un lugar mas seguro...o se quedan aqui a cuidar dia y noche de que esas cosas no entren por esa puerta. 

(Todos en silencio...mirándose entre si) Este es su última oportunidad… 

Chico de 4to – Yo voy, lo siento muchachos. (Cerca de 5 más se habían agregado) 

Benjamín – ¿Alguien más? (Suspirando) Quiero que entiendan una cosa, no hago esto para separar a nadie…sino que lo hago para mantenerlos seguros. Sé que allá afuera es diez, cien...hasta mil veces más peligroso, pero deben confiar en mí y venir conmigo, les aseguro que todo será más fácil, seguro y tranquilo. (Todos seguían sin decir nada) ¿Nadie va a responder? Ok, de acuerdo…lo intente, creo que no se puede. El miedo nos gana a todos pero creo que a nosotros nos mantiene encerrados sin siquiera estar en jaulas. Mariana, ¿Que paso con lo de “Estaremos juntos hasta el final, luchando…” y todo eso? ¿Qué paso con la esperanza de todos? Sé que no muchos de aquí tienen fe pero, ¿¡Qué diablos les pasa a todos!? (Levantando un poco el nivel de voz) ¡Este ya no es lo que conocemos, este ya no es la vida de antes donde estamos a salvo viniendo simplemente al colegio! Ya no están nuestros familiares, nuestros amigos, la novia o novio de cada uno…ya no existe. Ahora solo nos queda luchar por lo que tenemos, ¿Y saben que es lo que tenemos? Tenemos nuestra vida, nuestra fuerza y nuestra fe. Nuestra poca esperanza…utilicen esa pequeña esperanza que les queda para salir de aquí y buscar un lugar mejor, en vez de esperar a que alguien venga a rescatarnos. Mi amiga Belén me dijo que si el ejercito no aprobaba su pedido, no vendrían…el Monte 29 no responde a ningún llamado, ni siquiera por radio, así que… ¿Qué más quieren? 

Mariana – ¿Seguir esperando? (Con esa respuesta me di cuenta que no había caso...ya no podía convencerlos de que recapaciten) Se que quieres salir de aquí y lo entiendo...lo entendemos pero, hemos hablado entre todos y no se pero, tengo un presentimiento. 

Benjamín – ¿Presentimiento? 

Mariana – Si, se que la ayuda vendrá pronto…lo presiento. Se que por más de que ustedes no lo crean pero, Dios me dice que esperemos, que pronto seremos salvados…y entonces, podremos irnos sin preocuparnos más de nada. (Le quede mirando…algo desesperado) Se que quieren irse de aquí y es normal que a través de uno, todos sintamos miedo pero deben tener paciencia y entenderlo. Hay confiar en sí mismos. No porque una cosa no llega cuando lo esperamos, significa que nunca llegara…cada cosa llega en su momento, y si tarda es porque llegara algo mucho más de lo que se esperaba. Por favor…deben confiar. 

(Me quede pensando…mire a mis compañeros, y mire hacia mi alrededor y sentí lo que ellos sentían, les asustaba no estar con el apoyo de sus amigos, sus hermanos, padres y demás) 

Benjamín – Lo siento…pero no puedo esperar más. 

Agarre mi mochila y mientras retiraba del lugar… 

Mariana – ¡Tu nos quieres convencer de que nos vayamos de este lugar… ¿No hay algo que te pueda convencer para que te quedes?! 

-¡Si la hay…! (Al escuchar eso eso…levante la mirada, era el profesor) 

Benjamín – ¿Que lo hace creer tal cosa? 

Profesor – Porque no voy a dejar que se vayan. 

Todos – ¿Qué? 

Benjamín – Ahora si va enserio, ¿Que lo hace creer tal cosa? 

Profesor – Selle la puerta para que no lo hicieran. 

Carina – ¡No estará hablando en serio! 

Profesor – Les pedí por favor que se quedaran y mira como termino Gabi, Seba, esos chicos de 5to…Bogado mismo. Siempre que salían del lugar, había alguien que terminaba muerto o no volvían jamás. Ahora, si esta vez no me harán caso…lo haré a la fuerza. 

Cuando estaba a punto de hablar…un fuerte ruido se provino del pasillo de la escalera. Pareciera como si haya caído un mueble. Stefani y Yamila fueron a ver, y luego...Stefani puso una cara de desesperación. Cuando fuimos a ver el resto, pudimos verlo…una mesa había caído, y eso hizo que se halla desarmado por completo la muralla, y entonces...entro un zombie. 

Benjamín – ¡Maldita sea…! 

Solté mi mochila y fui hacia el curso…entonces lo vi, la puerta que daba hacia la capilla estaba sellada con una puerta demás. Era la única salida libre...la otra estaba totalmente rodeada por zombies. Leo y algunos más vinieron y trataron de quitarla de encima...a golpeamos, disparamos las bisagras y todo pero era imposible, parecía estar pegada o clavada. Costaría muchísimo abrirla. Habían matado al zombie que entro…pero más tarde entraron 3 mas, por el momento era fácil matarlos de a pocos. 


10:28 a.m. 

Seguíamos tratando de abrir la puerta y cada vez entraban mas zonbies. Mire hacia atrás un momento y cuando vi…estaba el profesor en la puerta. Si antes tenía bronca y casi mate a Bogado, esta vez estaba muchísimo peor…y sin contenerme, fui hacia él y ya sabía que iba con mala intención, pues fue así. Él retrocedió, lo agarre y lo golpee...cayendo al piso. Lo levante y lo tuve en la baranda… 

Benjamín – Fue gracioso lo que ha hecho, verdad… ¿¡Crees que esto fue gracioso!? Nos ha condenado a todos… (Golpeando su estomago). 

Profesor – No lo hagas…por favor, ¡Por favor! 

Benjamín – ¿Por qué? ¿Tiene miedo verdad? Pues mire a su derecha…esa puerta está llena de esas cosas, ¡Y cree que encerrándonos nos salvaras!! Esta demente... 

Lo golpee de nuevo, cayo al piso comencé a golpear como fue con Bogado hasta que sangrara por completo. 

Cecilia llega e intenta pararme pero no podía, el profesor ya no tenía fuerzas y estaba desangrado...hasta que dos chicos de 5to me agarraron y pude soltarle. Lo ayudaron a levantar a él también…lo mire con desprecio, pero importante ahora era tratar de salir antes de que esas cosas entren…aunque no duro mucho. 

Un zombie entro y piso una puerta, ésta hizo que la parte inferior de la puerta se levantara y haya tirado varias mesas y sillas por los aires, y también…haya hecho que el camino se abriera. Todos nos quedamos congelados...más y más zombies entrarían y entonces, no habría salvación. 

Cerca de 10 zombies entraron...éramos más y pudimos controlarlo, luchando y matando a algunos. 

Luego se me ocurrió algo... 

Benjamín – Viviana, debes irte...tienes que hacerlo antes que esas cosas entren? 

Viviana – No voy a irme sola...no sobreviviré 10 minutos con esas cosas allí. 

Benjamín – Tienes que irte, de otro modo morirás si... 

Viviana – No, Benja. No me iré así... (Tratando de dejármelo en claro) 

Benjamín – Entonces... – ¿Que? – No me queda elección... (y luego la levante cargándola en mi hombro) ¡Cecilia! 

Cecilia – Benja, ¿Qué haces? (Las lleve al patio hacia la avenida...también estaban Yamila, Carina y Stefani) 

Benjamín – Deben irse todas… ¡Ahora! 

Cecilia – ¿Qué? No…no lo voy a hacer, me quedare contigo hasta el final. 

Benjamín – No, tienes que irte…miren, hay un camino al que no pueden llegar esas cosas, es hacia el interior del barrio pero más adelante saldrán hacia la siguiente avenida y podrán contactar con alguien. Busquen ayuda y si es como dicen…si encuentran al ejercito, díganles de nuestra situación. Yo estaré bien…les prometo. 

Carina – No, yo tampoco podre irme... ¿Que pasara con los demás? 

Yamila – Yo me quedo, amo a Leo y me voy a quedar con él…no importa si muero. Espero entiendas… 

Benjamín – ¡No! Si esa puerta se abre por completo…moriremos todos. 

Carina – (Comenzando a llorar) No quiero irme…somos amigos, los amigos debemos mantenernos unidos. 

Cecilia – Ellas tienen razón…me quedare, y si tengo que morir lo voy a hacer. Yo te amo…y voy a pelear contigo hasta el final. 

Benjamín – (Con gran impresión) ¿Me amas? 

Cecilia – (Algo nerviosa) Es que, yo... 

Benjamín – No quiero que mueras...no aquí, quiero que vivas, yo voy a estar bien… ¡Te lo prometo! (Luego entonces Viviana baja su mirada) 

Cecilia – ¡No! ¿Dime cuando cumples de forma total tus promesas? Dijiste que respetas la decisión de los demás…pues quieras o no, mi decisión es quedarme contigo. 

Stefani – Tiene toda la razón… 

(Mirando a todas…pensé, y tenían razón). 

Benjamín – De acuerdo. Viviana, Stefani…sobran ustedes. 

Stefani – (Se miraron fijamente) Voy a quedarme con ustedes...mi familia esta muerta, no los abandonare a ustedes tampoco. 

Viviana – Yo me iré... 

Stefani – ¿¡Que!? 

Viviana – Él tiene razón, si nos quedamos...solo moriremos. En el interior del barrio habrá algún otro lugar mejor que aquí. Si deciden quedarse, lo entenderé...pero yo, ya he visto muchas personas morir en estos últimos días. 

Carina – (Todas mirándola y pensando) De acuerdo...te acompañare, solo espero sepas donde dirigirte. 

Stefani – Bien. Como dije...no los abandonare. Conozco mi barrio y sé que camino podremos tomar para estar seguros. ¿Yamila? ¿Cecilia? Por favor... 

Yamila – Lo siento Stefani, ya tome mi decisión... (Luego mirando a Cecilia) 

Cecilia – Cuanto termine, los llamaremos al radio...ténganlo prendido todo el tiempo. 

Stefani – Entiendo. (Algo desilusionada) Benja, danos tu palabra de que saldrán de ésta...vivos. 

Benjamín – Les prometo y les doy mi palabra…de que estaremos bien. Cuídense, ¿Si? 

Viviana – ¡Hecho! 

Stefani lagrimeando...se despidió de Yamila y Cecilia, al igual que Viviana y Carina. Ayude a bajarlas. Comenzando por Viviana, le había dado uno de los radios que encontré. Luego siguió Carina… 

Cuando estaba bajando a Stefani, recordé que estábamos sobre la biblioteca…y antes de que llegar al piso, la ventana estaba abierta, un zombie se abalanzó hacia ella quien intento zafarse pero fue imposible. El zombie lo mordió en su brazo…las chicas trataron de quitárselo hasta que otro mas llego. De tanto que forcejear rompieron la ventana y Stefani cayó al piso junto con ambos zombies arriba, y muchos más se acercaban. Viviana no quería abandonar a su mejor amiga, pero ya no quedaba nada por hacer. 

Carina tuvo que llevarse a rastras a Viviana y solo así pudieron escapar…no pude hacer nada para salvarla. Antes de entrar, on todo ese grito de dolor que no podía escuchar... 

Stefani – ¡Dispárame! 

Solo quede mirándola, era demasiado... ¿Stefani? Una de las mas coquetas del curso, siempre llevaba maquillaje para luego mostrárselo a sus amigas y profesoras. Mientras mas gritaba, más insistía en que lo haga... 

Yamila saco el arma de la mochila y me lo dio. Sentía ganas de llorar, pero no podía hacerlo...tome el arma y apunte. Ambas no pudieron verlo... 

Benjamín – ¡Lo siento! Lo siento... 

Y dispare… 

Cerca de 8 zombies estaban allí...comiéndosela. Yamila volteo a vomitar... 

Me quede viendo lo que pasa...luego vi como Viviana y Carina escapaban. Saltando la reja y pudiendo meterse dentro de las torres. Cecilia llego llorando y me abrazo desde atrás, me di vuelta y la abrase... 


11:04 a.m. 

Cecilia y Yamila se metieron al salón. Unos segundos después, mi teléfono había sonado, pensaba que seria Belén…pero, era Brenda. 

Benjamín – ¿Belén? 

Brenda – No Benja, soy yo…Brenda. 

Benjamín – ¿Qué…Brenda? ¿Estás...estas bien? ¿Qué paso? 

Brenda – Se que nunca pudimos conocernos personalmente, y sé que hubiera sido un gusto hacerlo, pero, créeme que esto no es lo que quisimos que pase, ¿Cierto? 

Benjamín – ¿De que hablas? ¿Qué pasa? ¿Te ocurre algo? 

Brenda – Escúchame con atención… (Parecía un poco agitada) Intentamos buscar ayuda, el colegio fue invadido por…estas cosas, cuatro chicos de mi colegio salieron pero, nos llamaron diciendo que estaban bien pero...resulta que jamas volvieron. Soy la ultima que queda en el colegio…estoy encerrado en un armario y fuera hay miles de zombies. 

Benjamín – No puede ser, ¿Enserio? Aguanta, ¿Si? Voy a ir…cuando termine todo voy a buscarte. 

Brenda – (Pareció reírse y llorar a la vez) Ojala pudiésemos habernos visto por lo menos una vez, ¿No? Quiero confesarte que…me pareciste una gran persona, y te quiero mucho….y sal de esta ciudad para siempre, jamas vuelvas. ¿Si? 

Benjamín – (Ya poniéndome algo triste) No lo hagas, por favor… ¡Aguanta! ¿Quieres? Por favor hazlo... 

Brenda – Ya es tarde…han llegado tarde. Espero un día poder verte Benjamín, te voy a estar esperando con mucho gusto. Adiós...Amigo. (Cortando la llamada). 

Benjamín – ¿Brenda? No, por favor... ¿Brenda? ¡¡¡No…no…no…no!!! 

Había tirado mi teléfono contra el piso. Arrodillándome...no había recibido llamados ni mensajes de Belén desde hace días, el colegio estaba rodeado de zombies y mis amigos se morían. No sentía nada...solo ira y odio. Justo antes de querer golpear el piso...desde el interior se escucha un grito. 

Fuimos adentro…y cuando llegamos con el montón, pudimos ver que la entrada ya se había abierto camino totalmente, cerca de 20 zombies comenzaron a entrar. Todos empezaron a retroceder…a mí solo me quedaban 9 balas, otro cargador de 15 y más de 20 municiones que era imposible que me ponga a cargarlas uno por uno. 

Leo y los demás dejaron la puerta y vinieron…Leo abrazo a Yamila. 

Éramos 34 contra cientos. Sabíamos que eran un poco mas de 100, pero…éramos pocos. Leo agarro el machete, otro chico de 5to agarro el cuchillo…el revólver lo tenía el profesor y yo, tenía la pistola. La hora había llegado…y lo que más estábamos tratando de evadir, paso. 

Cecilia agarro fuerte de mi mano. Ya había más de 50 zombies delante de nosotros… Viviana y Carina ya estarían saliendo de las torres. Cecilia soltó mi mano...prepare mi pistola y apunte. 

Mariana – "Padre nuestro que estás en el cielo, santificado…" 

Leo – (Poniéndose delante de todos) ¡Bien…vengan maldita sea! ¡Vengan…si de verdad tienen hambre, pues aquí les espero! (Levantándose la remera para burlarse) ¡Vean esto… ¿¡Quieren esto cierto!? ¡¡¡Pues vengan si tanto lo quieren!!! 

Cada vez se acercaban más y nosotros cada vez retrocedíamos más, hasta llegar cerca de las escaleras. Todos estábamos con miedo…cada uno tenía un palo, para al menos tratar de pelear. 

Benjamín – Ok… 

Largue un gran suspiro...y al momento en que Mariana termino la oración, apreté del gatillo.

A Sad Farewell Part 1[]

11:23 a.m 

Cientos de zombies corrieron hacia nosotros...nos habían acorralado cerca de las escaleras. Algunos ya mataron a esas cosas...mientras que muchas más estaban ocupados comiéndose a nosotros. Yo dispare a unos cuantos, aunque con la poca puntería...el profesor mataba con cada bala que tenia, mientras que Leo y Ezequiel (chico de 5to) mataban con el cuchillo y el machete. Leo parecía estar harto...mataba como sin compasión. 

Trate de mantener a Cecilia a salvo, solo disparaba aunque con esta pistola...no me servia de mucho, se terminaban muy rápido las balas. 

Cada vez retrocedíamos mas, eran demasiados...y nos mataban muy rápidos. Una chica intento retroceder pero un zombie lo agarro y cayo en las escaleras donde estaban todas las mesas y sillas, termino totalmente descuartizada al caer. Mariana, la chica religiosa, no aguanto y fue débil a la hora de pelear, por lo que fue una de las primeras en morir. Algunos corrían, otro tipo tampoco soporto... así que se tiro abajo donde se lo comieron al instante. Había chicas de 4to peleando por venganza, como muchos...lo hacían sin miedo. 

Yamila pudo cruzar a todos y logro cerrar la puerta de emergencia para que no entraran más, pero cuando lo hizo...la madre de Viviana intento morderla, justo a tiempo apareció Leo y lo mato antes que le muerda. 

Él la miro fijamente, como si fueran a darse un beso y... 

Chico de 5to – ¡Hey...este no es momento para eso! (Y al terminar, un zombie se lo comió...seguido de algunos mas). 

Leo llevo a Yamila, y no dejaba que la toquen. Quedaban como 50 y nosotros eramos menos de 20. Nos cubrían mientras que el profesor y yo cargábamos las armas. El profesor solo cargaba 6 con el revolver, era mas rápido...la pistola eran 9 y costaba un poco más. Cecilia mato algunos que trataban de acercarse...ahora lo que mas hacíamos era defendernos. 

Ezequiel estaba cerca de nosotros, mataba rápido hasta que de pronto un zombie se prende por el. Cecilia lo golpea con el palo, pero ambos caen y el machete sale tirado...Cecilia trato de levantarse pero uno de esas cosas se prendió por su pierna, Ezequiel fue atacado, ya gritando del dolor vinieron algunos mas que terminaron devorándolo. Un zombie la persiguió pero antes de que pudiera agarrarla...lo envestí y lo dispare. 

Leo y 4 mas estaba al fondo peleando, mientras que adelante estábamos algo mas de 10...haciendo el intento de pelear. Cada vez retrocedíamos mas, y sabíamos que si seguíamos así llegaríamos al fondo del pasillo, donde estaba la oficina...lugar seguro pero para pocas personas. 

El profesor ya no tenia mas fuerzas, lo había golpeado tanto que creo que basto para quitarle la energía...pues, era el único que mejor sabia disparar, el resto nadie se animaba. Eran solo cerca de 30...nosotros retrocedíamos cada vez más y era imposible enfrentarse a esas cosas, lo único que nos salvaba era que estaban ocupados...comiéndose al resto. 

Leo y Yamila pudieron cruzarse para ayudarnos adelante. los otros 4 nos esperaban... 

Eran menos pero el pasillo era chico, aprovechamos una trampa que hicimos...cruzando una cuerda entre dos cursos. Ellos se acercaron y al llegar a la trampa, cayeron todos juntos. No podían levantarse, pero igual eran demasiados...y la idea era saltar sobre ellos para cruzarnos detrás. 

Era mala idea pero otra no había...estábamos acorralados y si nos quedábamos ahí, nos comerían. 

Encerré a Yamila y Cecilia en la oficina...era mas seguro, Leo les entrego el cuchillo para asegurar, mientras que los demás trataríamos de saltar. 

Leo y yo fuimos los primeros...eran demasiados, pero pude. Tome carrera, me impulse por los que estaban caídos y salte tanto que llegue apenas. cayendo y aplastando a una de esas cosas. Entre 5 tratamos de matar a algunos, distraerlos para que el resto salte. 

Pero lo peor paso cuando Leo intento saltar...hizo de la misma forma pero uno llego a agarrar de su pierna, cayendo en medio de todos los zombies. Intento zafarse pero fue imposible...Yamila solo gritaba y Cecilia intentaba calmarla, ademas de tantos que había no podía siquiera dispararlo para que sufra menos. El profesor estaba muy débil, disparo a los que podía mientras les alcanzaba el tiempo y las balas. El resto no pudieron saltar y nosotros apenas podíamos acercarnos a esas cosas. La trampa duro solo un momento...hasta que pudieron cruzar los que estaban caídos, acorralando a los otros 9 y al profesor. Él siguió disparando...y antes de que pudieran llegar a morderlos, le quedaron sus ultimas balas. 

Profesor – ¡Nos vemos chicos...un gusto estar con ustedes hasta esta instancia! Cecilia...cuida bien a Benja, contare con tu palabra. (Ella estaba llorando junto con Yamila, y solo respondió afirmativamente con la cabeza...)

Ellos – ¿Hasta el final? ¡Hasta el final! Mueran malditos.... (Y el profesor se quita la vida). 

Eran cerca de 20 contra 9 chicos con simples palos y acorralados. Las chicas estaban a salvo dentro, aunque forcejeaban mucho, tuvieron que cerrar la puerta con la mesa y los armarios. 

Habíamos quedado solo 5, y después de que se comieron a todos, después de devorarse a Leo...algunos de esas cosas nos siguieron. Pero...nos habíamos olvidado por completo de una cosa, y es que muchos de nosotros fueron mordidos por esas cosas y estuvieron tirados allí todo el tiempo. Cuando intentamos retroceder, uno de ellos me agarra de la pierna y llega a tirarme al piso...pero antes de que lo haga, pude agarrar mi arma y dispararlo. 

Desde el curso vimos salir a 2 mas que aparecieron de sorpresa, agarrando a uno de nosotros. Otro tropezó con un zombie que...bueno, ya se imaginan lo que paso. Estaban asustados y mi arma no tenia balas, trataron de cubrirme pero luego, cuando vieron que se acercaban como 9 zombies...ambos retrocedieron y desde atrás llegaron mas y mas zombies (los que murieron en la pelea) y nos acorralaron totalmente a los tres, cargue como pude las balas y comencé a disparar como sea...y uno de ellos no soporto el miedo, y me quito el arma y se disparo, volándose los sesos contra nosotros...manchándonos la cara con sangre. 

Quedamos solo nosotros dos, cubriéndonos las espaldas...el arma tenia 4 balas, y nos llegaban como 15 zombies de ambos lados del pasillo. Así que pensamos rápido, y vimos el curso del cual salieron los últimos dos zomies...así que ideamos un plan. Mientras yo los disparaba, él de a poco pelearía con algunos... así que, nos metimos en el curso, aunque yo me escondí y el los guió hasta un rincón. Me quedaba pocas balas pero servirían para matar a todos adentro...cuando dio la señal, me levante y cuando apunte, frente a mi estaban 3 zombies que por poco llegaron a agarrarme, los dispare pero llegaban cada vez mas...el otro no podía, cada vez lo encerraban mas. Dispare a unos cuantos y pudo zafarse...corrimos, esquivamos a algunos mas y lo encerramos en el curso. 

Benjamín – Estuvo cerca... 

Matias – ¿Eso crees? 

Benjamín – ¿Que...? (Y en eso...el me muestra su brazo, lo habían mordido). 

Matias – Debes dispararme...Benja. 

Benjamín – No...no voy a hacerlo, no puedo. 

Matias – Debes hacerlo... 

Benjamín – No lo voy a hacer, no... 

Benjamin – ¡¡¡Disparame!!! (Quede mirándolo) Escucha...dijiste que respetabas la decisión de los demás, esta es mi decisión. Quiero que lo hagas, hazlo... ¡Ya! Por favor. 

Lo miraba...y decía dentro de mí: "¿Uno mas?" 

Benjamín – Debes aguantar, solo un poco...no puedo hacer esto solo. Mira a tu alrededor, mira todo lo que son... ¿Y quieres que pelee yo solo? 

Matias – Ya no queda mas nada por hacer aquí...se termino, todo se acabo. 

(Puse una bala en la pistola...el retrocedió, agacho la cabeza y comenzó a lagrimear). 

Benjamín – No lo hago esto por que quiero...pero espero estés contento. 

Matias – Muchas gracias Benja...te has comportado como un verdadero capitán. 

Benjamín – ¿Una ultima palabra? 

Matias – No me esperaba esto pero...te estaré esperando, junto con los demás, a ti, a Yamila y Cecilia. Te deseo todo lo mejor, Benjamín... ¡Suerte! 

Me sonrió...respire hondo, y no me quedo otra que disparar. Me quedaban menos de 24 balas y esas cosas eran muchas. Estaba parado en la puerta, mire hacia la oficina...estaba totalmente infestado de zombies, algo totalmente impenetrable. Mire hacia el pasillo... cadáveres, tripas, brazos y piernas por todos lados...el piso estaba pintado de sangre. Los zombies que habíamos encerrado, habían roto la puerta y apunto de salir... 

Benjamín – ¿Y ahora que?  


11:50 a.m 

Tres zombies me tomaron por sorpresa e hiso que soltara mi arma...no estaba prestando atención, y uno de ellos me agarro del brazo a punto de morderme. Trate de oponerme pero estaba demasiado débil... así que caímos al piso, estire mi brazo y pude agarrar el palo de Matias y comencé a golpear su cabeza sin parar, hasta estrujarlo por completo el cerebro. Intente levantarme pero la caída golpeo mi rodilla... así que a rastras tuve que retroceder hasta agarrar el machete. Cuatro zombies me seguían y yo estaba solo...me única esperanza era el machete que estaba como a 10 metros. 

Intente volver a levantarme pero esta vez caí y un zombie me agarro de la pierna...tironeando hasta no parar, no me soltaron y en ese entonces sucedió lo que menos me esperaba. Alguien había disparado a los 4 zombies. 

Cuando mire hacia atrás, regreso...Bogado. 

Bogado – ¿Por el piso? Te creí muerto...eres duro, maldito. 

Benjamín – Cállate y ayúdame a levantar. (Tomando de su mano y poniéndome de pie) No te esperaba por aquí, ¿Porque volviste? 

Bogado – Me puse a pensar en lo que dijiste...y volví solo para decirles que encontré un lugar seguro. Aunque yo no me esperaba con esto...y porque esa oficina esta plagada de esas cosas. 

Benjamín – Cecilia y Yamila están ahí...hay que matarlos a todos. (Y de repente se escucha un vidrio roto). Maldita sea, hay que actuar ahora... ¡Ya! 

Bogado – Ahí vienen mas...carga tu pistola, yo me ocupo de estos. No deben de quedar ni 30. 

Me corrí a un lado mientras que Bogado mataba a los demás zombies. Recupere la pistola, la cargue y agarre el machete...nos fuimos y comenzamos a matar a todos los zombies que estaban en la oficina, algunos de ellos se acercaban y yo los mataba con el machete. El traía suficientes balas mientras que yo había ocupado las ultimas dos recargas... 

El vidrio de la ventanilla de la oficina se había roto, pero ambas intentaron que ningún zombie entre...hasta que luego, el vidrio corta la muñeca de Yamila y no paro de sangrar.. Cecilia trato de suturar la herida pero no pudo...Yamila estaba demasiado asustada, entro en desesperación y luego, en un momento, comenzó a respirar muy fuerte y luego...dejo de respirar. 

Cecilia – ¿Yami? ¿Hey...Yami? ¡No...no...no...no! No por favor...no. (Y entro en desesperación...y comenzó a llorar). 

Matando y matando zombies ya solo nos quedaban menos de 10. Así que peleamos con los palos y el machete...Bogado mato a 6 mientras que los otros 4 no los mate, sino que a 3 los decapite y al ultimo le tire al piso comencé a masacrarlo por la cabeza hasta no parar mas...estaba enojado, nervioso y desesperado, pero cuando seguía cortándolo con el machete...en mi cabeza se vino la imagen de Bogado en el piso, golpeándolo de la misma forma que aquella vez, así que me detuve. 

Cecilia estaba adentro, llorando por la ultima amiga que le quedaba...y antes de que pudiera darse cuenta, Yamila despierta convertida en zombie y se abalanzo hacia a ella...y ella grito. Las puertas estaban trabadas y la ventanilla es imposible cruzar, y si disparábamos la podríamos lastimar. Yamila estaba sobre ella...miro a su amiga convertida en la peor cosa que pudo ver, así que le quito el cuchillo, lo clavo en su estomago y pudo quitárselo de encima...y antes de que volviera hacia ella: "¡Lo siento Yami!" 

Y le traspaso el cuchillo por un ojo. Yamila quedo frente a ella...sin vida y cubierta de sangre, luego Cecilia extrajo el cuchillo y el cuerpo de Yamila quedo tirada en el piso. 

Benjamín – ¡Cecilia! Hazte a un lado...debemos abrir paso para que puedas salir. 

Ella se hizo a un lado, Bogado disparo y la ventana se rompio por completo, Cecilia se levanto y salio, corrió hacia mi...recibiéndome con un abrazo y llorando desconsoladamente. 

Benjamín – Ya, todo esta bien...todo esta bien, ya se termino. 


1:02 p.m 

Luego de que todo por fin haya terminado, Bogado y yo comenzamos a tirar los cuerpos, antes de que se convirtieran en zombies...aunque para asegurar, les cortábamos el cráneo con el machete. Luego de horas, los tiramos todos...y entonces, por fin pudimos descansar. 

Cecilia estaba sentada en un rincón...era duro para ella haber matado a su amiga, y fue peor con su mejor amiga.

Bogado – Volvimos donde comenzamos... 

Benjamín – Esta vez solo quedamos 3. 

Bogado – ¿Ya reconsideraste la idea de irnos? El lugar es seguro...es fuera de los muros. 

Benjamín – (Mirando a Cecilia) Creo que...esperaremos un poco, hasta que ella se recomponga. 

Bogado – Seguro...de todas formas, ya se acabo, no hay mas apuro para salir. 

Benjamín– Espera, ¿Como fue que entraste? La puerta esta sellada... 

Bogado – Si...lo note. Por las ventanas...una esta rota y no quería hacer mucho ruido. 

Seguimos hablando un poco mas...me había contado que el lugar que encontró, era una casa cerca de los muros, estaba abandonada pero tenia auto, una heladera llena...estuvo 3 días, y no había nadie. También le pregunte si logro conseguir ayuda...pero no pudo, no hay radios disponibles en ninguna parte de la ciudad. 

Mientras hablábamos tan tranquilamente...Cecilia grita de repente sin entender lo que dijo: "¡Cuidado!" 

Al darnos vuelta...era un zombie, se prendió por Bogado. Intento quitárselo de encima pero no pudo...su escopeta estaba lejos y yo no tenia mi arma. Así que le saque su navaja...y antes de que pueda matarlo, Cecilia dispara y lo mata primero. Tiramos al zombie abajo...pero ya era tarde, logro hacerle un rasguño con sus dientes. Sabíamos que por ese simple rasguño se convertiría en zombie...y eso arruino todos los planes. 

Bogado – ¡ Maldición! Mierda, esto no me esperaba... 

Cecilia – ¿Se convertirá en esas cosas? 

Bogado – ¡ Cállate! ¿Cuantas balas te queda en la pistola? 

Benjamín – Solo 3... 

Bogado – Pues...perfecto para todos, por si cambian de opinión en algún momento. 

Benjamín – Lo siento...de veras, lo siento. 

Bogado – No importa...creo que me lo merezco. 

Benjamín – Siento por la paliza que te di el otro día... 

Bogado – No te emociones mucho...te hubiera ganado si no me cortabas mi brazo. (Ambos riéndonos) 

Benjamín – Algo que quieras decir antes de...ya sabes, de irte. 

Bogado – (Poniéndose un poco pensativo) Creo que si...que voy a extrañar este lugar. 

Benjamín – Si, sera histórico este lugar... (Riendo un poco). 

Bogado intento subirse a la baranda...tenia lastimado ambos brazos así que lo ayudamos a subir, estaba triste aunque era fuerte, trato de no llorar. 

Bogado – Bien...no falles. 

Cecilia – Puedes mandarle saludos a Anahi de mi parte. 

Bogado – Claro cariño...pero antes, veré a donde me lleva la muerte. 

Cecilia – Se que los veras...ellos también te estan esperando. 

Benjamín ¿Estas listo? 

Bogado – (Respirando hondo y agachandose) Fue un gusto pelear contigo y a tu lado Benja, fuiste un gran amigo...ojala te vuelva a ver pronto. A ti también, Cecilia. 

Benjamín – El gusto es mio...Bogado, te voy a echar de menos. 

Cecilia – ¡Igual yo! (Con lagrimas en los ojos) 

Apunte...lo mire fijamente, el se puso de pie y cerro los ojos, y antes de tirar del gatillo: "Nos vemos amigo" 

Jale del gatillo y la bala le atravesó el cráneo...haciendo que caiga libremente hacia abajo. 

El cayo junto con todos eso zombies alli abajo, saque el cargador de la pistola y la ultima bala que quedaba en el cañón, mire fijamente el arma...voltee agresivamente y tire la pistola contra la pared, tirándome al piso. No podía llorar, solo tenia ganas de desquitarme con cualquier cosa...pero Cecilia llego y trato de consolarme. 

Solo hemos quedado nosotros dos... 


7:48 p.m 

Cecilia y yo estabamos en el balcon, frente a una fogata...descansando, totalmente cubierto de sangre por toda la ropa. Ella estaba a mi lado, pero un momento después había recordado a Viviana y Carina...así que me levante y fui corriendo a buscar el radio. Tratamos de comunicarnos, había interferencia y no sabíamos porque, hasta que luego contestaron...mejor dicho, contesto. 

Benjamín – ¿Hola? ¿Viviana...Carina? ¿ Están bien? Contesten por favor... 

Viviana – ¡Benja! ¿Están bien? ¿Que fue lo que paso? ¿Como están todos? 

Benjamín – Estamos...estamos bien, ¿Como están ustedes? 

Viviana – Bien...estoy bien, estoy acá con Michel, estoy en su casa. 

Cecilia – ¿Porque dijo "está"? 

Benjamín – (Poniéndome a pensar) De que hablas, ¿Y Carina? 

Viviana – Lo siento Benja, Carina no...ella no llego. 

Cecilia – ¡¿Que?! 

Viviana – ¿Benjamín? Siento decírtelo Benja...no pudimos hacer nada. 

Benjamín – No importa...es bueno que estés bien. Cecilia y yo somos los únicos que... (Miro a Cecilia y la veo desesperada). Si puedes conseguir ayuda...por favor, te esperaremos. Hablamos después...y saluda a Michel de mi parte. 

Michel – Aquí estoy…Benja. ¡Cuídate por favor! 

Viviana – Benja ¿Que pasar con ustedes? ¿Estaran bien? 

Benjamín – Si, estaremos bien...no te preocupes, ya nada puede pasar por aquí. 

Viviana – De acuerdo...solo cuídense. Nos vemos. 

Al apagar el radio, mire a Cecilia...quien no paraba de dar vueltas y vueltas, desesperada por la noticia de Carina. Me levante e intente abrazarla pero no me dejo, me culpaba por haberla dejado ir...pero yo igual insistía para que entendiera, hasta que me pidió que me aleje, sin hacerlo caso, fui y la abraze a la fuerza, ella forcejeaba pero luego no pudo mas y comenzó a llorar en mi hombro. 


22 de agosto 3:24 p.m 

Estábamos almorzando...con el dolor que sentíamos y el olor que había era casi imposible, así que tuvimos que salir afuera para almorzar, viendo a todos esos zombies rodeando el colegio. Debido al ruido de los disparos...mas y mas zombies vinieron. Creo que todo el barrio estaba alrededor. 

Cecilia desde entonces no hablo mucho...ese día, se quedo horas y horas sentada frente a Anahi (su cuerpo se pudrió por completo). De vez en cuando lloraba...pero la mayoría de las veces solo se quedaba mirándola, como si estuviera durmiendo. 


23 de agosto 5:57 a.m 

Ya estaba amaneciendo...y ninguno de los dos habíamos podido dormir. 

Estábamos sentados, descansando...y justo cuando estuvimos a punto de dormir, un ruido se escucha a lo lejos, despertándonos a ambos de un susto. Salimos afuera y cuando lo vi...no sabia si creer o no pero, un colegio cercano al nuestro estaba en llamas. 

Cecilia – ¿Los zombies pueden destruir edificios? 

Benjamín – ¿Y eso que fue? ¿Crees que es buena idea ir a ver? 

Cecilia – ¿Y arriesgarnos? Suerte para ti, yo no pienso hacerlo. 

Benjamín – La pistola tiene solo 2 balas...la escopeta tiene 3, el cuchillo y el machete. 

Cecilia – Si...con 5 balas y un simple cuchillo de combate salvaremos la ciudad. 

Benjamín – ¿Y que mas quieres hacer? La comida se acaba y ya no podemos seguir sentados allí...esperando a que alguien nos rescate. 

Cecilia – ¿Pues sabes que podemos hacer? – ¿Que? – ¡Resignarnos! (Voltea y vuelve hacia adentro) Ya no aguanto esto...estoy cansada, con sangre en todo mi cuerpo y...y ya no aguanto mas a esas cosas. Entiéndelo...escapar seria un suicidio, y sin armas seria mucho peor. Todos han muerto por esperar una ayuda que no dio ni siquiera una pizca de señal. 

Benjamín – Esta bien...tienes razón. Ya no hay mas nada que perder. 

Cecilia – Gracias por entenderlo. 


6:12 a.m 

Me sente contra la pared, designado...sin esperanzas, todo se había acabado. Ella también se sentó, y nos pusimos frente a frente...cargue la pistola. Decidíamos quien iba a ser primero...y ella se ofreció, ya no aguantaba el dolor que sentía por sus amigas. 

Le di un beso...la mire a los ojos, y puse el arma en su cabeza. No podía verla con lagrimas en los ojos...pues ella los cerro. Como siempre, respire hondo...y apenas una centésima antes de jalar del gatillo, abajo escuchamos un ruido de disparo...mejor dicho de muchos disparos. Corrimos hacia el pasillo para ver y lo vimos...eran mas de 40 soldados matando a los zombies que habían abajo. 

Me alegre tanto que no sabia como reaccionar, Cecilia en ese momento salto y me abrazo de la emoción. Mataron a los que podían hasta que llegaron hacia nosotros. Corrieron los bancos y mesas, subieron y mas que nada me alegre de verlo...en su arma llevaba una linterna y nos apuntaban a nosotros, no podía ver a los soldados, pero luego, uno de ellos subió y dijo que bajaran las armas. Cuando lo hicieron, él se acerco...se quito su casco (tirándolo al piso) y por poco, casi larga una lagrima. 

Antonio – No puedo creerlo, Dios mio... ¿Benjamín? 

Benjamín – Yo también me alegro de primo...no sabes cuanto me alegro. 

Antonio – Ven acá primo...Dios, que bueno que salieras vivo. (Abrazándonos de la emoción) 

Era del ejercito y cuando lo vi lo único que hice fue abrazarle de la emoción. En menos de 20 minutos mataron a todos esos zombies...llegaron médicos para atendernos. Ellos provocaron la explosión en el colegio cercano...y también iban a hacer lo mismo en el nuestro. Nos vendaron un poco debido a los golpes, mas que nada en mi rodilla y a ella en su frente por los vidrios. 

Después de que nos atendieron, debíamos irnos...yo baje con mi primo, pero Cecilia quería despedirse de su tocayo antes de abandonar lo único que le quedaba de recuerdo. Como dije antes...se quedaba mirándola horas y horas, esta vez se despidió de ella dándole un beso en la frente (a pesar de estar en pudrición). Luego bajo y al salir afuera...vimos 6 camiones llevando gente de muchos colegios y del barrio, muy pocos niños. En eso, del camión baja Belén...quien me recibió con un enorme abrazo y miles de preguntas que si estoy bien y si no me hicieron daño ni nada de eso. 

Había cumplido su palabra de conseguir ayuda...y Mariana había tenido razón, solo hacia falta esperar un poco mas. Ella tenia un presentimiento...pues ahora entiendo porque lo decía. 

Mi primo me quito la pistola y y el cuchillo para no hacer problemas mas adelante... ¿Mas adelante? Que quiso decir con eso? No me importo...Cecilia y yo subimos al camión con toda la demás gente, entre ellas algunas que conocía del barrio. Dieron aviso de avanzar...pues cuando el convoy avanzo, esta vez fue la peor vista que tuvimos de todos...y creo que muchos también lo esperaban. Vimos como el colegio se destruía y caía a pedazos...habían implantado en cada columna que sostenía el 2do piso. Pedazo por pedazo vimos como el cielo se incendiaba...todo se había perdido en esa explosión. 

Escombros volando por los aires, una gran montaña de fuego y humo...no sentía mas que tristeza, no solo por lo que estaba viendo, sino por todo lo que he vivido en estas dos largas semanas. Por primera vez en tanto tiempo...me sentía aliviado. Cecilia entonces...secándose las lagrimas, ella me abraza. 


7:17 a.m 

Después de ver el colegio hecho escombros...pasamos por otros varios colegios en el camino, hasta que luego de terminar, fuimos directo hacia el puerto. Allí, habían 2 barcos de carga enormes...donde se transportarían a todo sobreviviente que se encuentre y no esté infectado. A cada uno nos inyectaba un suero para saber si estábamos infectados...y ya estando en el barco, pudimos ver a Viviana y su prima Michel. 

Fuimos y nos abrazamos, Viviana solo se disculpaba por lo de Carina...pero eso ya no importaba, ya nada se podía hacer. Pero luego, vimos que hubo problemas en el puente...pues todos fuimos a ver, y allí estaba. 

Cecilia – ¿Johana? No puede ser... ¡Johana! 

Era la hermana de Cecilia, Johana...no podía entrar porque descubrieron que había sido mordida. Cecilia salio fuera del barco para encontrarse con ella, pero no la dejaron. 

Johana – ¡Cecilia! Por favor, diles que me dejen entrar... 

Soldad – Señorita, no puede entrar...tengo ordenes de no dejar entrar a ningún infectado. 

Cecilia – ¡Dejenme salir...por favor! ¡Es mi hermana! 

Soldado – No puede, esta infectada...es un riesgo tener contacto con ella. 

Antonio – ¡Soldado! Deje pasar a esa niña... ¡Ahora! – Capitán, señor... – He dicho, ¡Ahora!. 

El soldado abrió el paso y Cecilia fue corriendo hacia ella...se abrazaron y lloraron juntos. Cecilia no paraba de preguntarle si en verdad la habían mordido...pero Johana no decía nada. 

Cecilia – ¿Es cierto o no? Johana, ¡Habla! 

Johana – Si, lo hicieron...pero no quiero que te vayas, eres lo único que me queda, quiero estar contigo hermana.

Cecilia – Yo también quiero quedarme...y si pudiera, quisiera que vengas conmigo, pero debes mostrarme la herida...quisiera asegurarme de que en verdad lo estas. 

Ella entonces, se sube el pantalón hasta la rodilla para poder mostrarnos...y todos lo vieron, la mordieron en su pierna. Con esa herida no podía entrar al barco, y lo único que quedaba...era dejarla aquí en la ciudad. 

Antonio – Lo siento...ordenes son ordenes, no podemos hacer nada, enserio. 

Cecilia – Pues me quedare con ella...no ire en ese barco sin mi hermana. 

Johana – No digas tonterías, (Empujando un brazo) tienes que irte...ve con Benjamín, el te cuidara como lo hizo ahora, quédate con él y reconstruye tu vida. Aprovéchala como todos aquí... 

Cecilia – No, no quiero dejarte...eres lo único que me queda, no pienso dejarte aquí. 

Johana – Te queda todo una vida por delante, no desgastes tu vida en mi...yo ya estoy muerta, si voy allí, solo sera cuestión de tiempo para que me convierta en uno de esas cosas y corras el peligro de que pudiera morder a alguno de ustedes. 

Benjamín – Cecilia, tiene razón... 

Cecilia – (Dando una larga pausa sin responder) ¿Donde dejaste el arma, Benjamín? Lo siento hermana, si tengo que esperar hasta que llegue el momento...no lo soportare, así que dejarme hacerlo ahora, antes de marcharme de aquí para siempre. 

Johana – Si lo harás tu...te lo agradecería de toda la vida. 

Todos miraban la triste escena, Antonio salio del barco y le entrego una pistola a Cecilia...con una sola bala. Johana retrocedió un poco, se secaba las lagrimas...y antes, decidió darle a Cecilia un collar, que contenía el nombre su nombre, "Johana B.". 

Johana – Con eso me recordaras...y sabrás que tu familia te amaba y te amara siempre. 

Cecilia – No hace falta, porque se que me aman al igual que yo a ellos... (Apretando el collar con su mano izquierda) Si los ves allí arriba, saludalos de mi parte...y a Anahi y todos mis compañeros. 

Johana – ¡Lo haré! (Comenzando a llorar sin parar) Lo haré...te lo prometo. 

Cecilia – Adiós hermana...adiós Johana. 

Y sin dudarlo mas, ella apretó del gatillo...y no hiso mas que escucharse desde lejos, el sonido de un fuerte disparo, que empujo a Cecilia hacia atrás. 

A Sad Farewell Part 2[]

Cecilia disparo, Johana murió al instante...frente a todas las personas presentes, quienes también se sentían tristes por lo que habían presenciado. 

Rápidamente fui hacia ella y la consolé, quitandole el arma y abrazándola, pero no quiso terminar allí...pues justo cuando los soldados iban a retirar el cuerpo de vuelta a la ciudad, ella se levanto e insistió en enterrarla, antes de que el barco zarpe. 

Dentro del barco encontraron algunas palas, así que Cecilia, tres chicos más que conocían a Johana, y yo, fuimos a cavar la tumba...fuera de las murallas. 

La muralla cruzaba todo el puerto, como si se hizo para que ninguno cruzara, ni cayeran al agua y la contaminaran. Rodeaba todo Formosa...eso fue lo mas raro de todo... 



7:14 p.m 

Estuvimos esperando a que todos los camiones volvieran con la mayor cantidad de sobrevivientes posible... y ya se hacia de noche, eso empeoraría la búsqueda. 

Habíamos terminado de cavar la tumba de Johana, y con ayuda de los otros dos chicos...la bajamos cuidadosamente y luego comenzamos a enterrarla. Michel, Viviana se acercaron a rezar por ella...luego se sumo Belén, y mas tarde muchos más. Abrace a Cecilia, quien no paraba de llorar, mientras que todos rezaban y se despedían de Johana...que a pesar de que no todos lo conocían, sentían el dolor de Cecilia por perder a su hermana, tanto como todos los que perdieron a sus seres queridos en estos últimos días que paso. 

Tocando ya la puesta de sol...volvimos al barco, donde más tarde, ambos barcos zarparon. Todos se sentían tristes por dejar la ciudad que nos vio nacer...pero muchos comenzaron a llorar de felicidad, de alegría por haber sido salvados de esta horrible pesadilla. 

Pero la sonrisa cambio cuando cientos helicópteros llegaron. 

Cuando nos alejamos un poco mas, ya estaba a oscuras...ellos comenzaron a bombardear la ciudad, destruyendo todo. Edificios, hoteles, casas, plazas y mas que nada el puerto. Muchos comenzaron con el llanto por ver tal atrocidad en nuestra ciudad. 

51C

En ese momento...me vino a la mente la pregunta que Carina me la hizo un día... 

¿Como fue que paso esto? 


24 de agosto 11:47 a.m 

Había pasado un día que abandonamos la ciudad. Habíamos desayunado algo...menos Cecilia, quien decía no tener apetito. Ambos no nos separamos ni un momento desde ayer en la tarde... 

Un rato despues, antes de almorzar...Antonio se aparece. 

Antonio - Chicos, perdón que los interrumpa, pero primo... ¿De donde sacaste estas armas? (Refiriéndose al cuchillo y la pistola) 

Benjamín – Los encontré por ahí...mientras buscábamos provisiones dentro del barrio. 

Antonio – Bueno, le acabaste de robar a un ex-militar... 

Cecilia – (Mirándolo algo rara) Ah... ¿Porque lo dices? 

Antonio – Este cuchillo es de combate...por eso tiene doble filo, es ligero y tiene demasiado filo, podía cortar un cuello sin que te des cuenta. Son muy usados en el ejercito argentino. 

Benjamín – Por algo me lo quede, presentia que era un buen cuchillo. Pero, ¿Y el arma? 

Antonio – En cuanto a la pistola, es muy usado en la caza...no es muy eficiente debido que lleva pocas balas aunque tiene una gran potencia, como para matar a 2 zombies de un solo disparo. Es un arma de excelencia para los cazadores... 

Viviana – Con razón, ahora entiendo porque la bala le traspaso a Juan cuando lo matamos... 

Benjamín – Si, yo gaste mas energía cargando las balas que disparándolo. La primera vez que lo dispare...me tiro hacia el piso. 

Cecilia – Pero, también había un revolver...ese era mucho peor. 

Antonio – ¿Y donde lo dejaron? 

Cecilia – Se terminaron las balas y la deje tirada en las escaleras, lo habré allí... 

Benjamín – No importa ya, es mejor así...ya no la volveremos a usarlo. 

Antonio – Es cierto, tiene razón...ya acabo todo. Lo que pasaron en esa ciudad ya no tiene caso recordarlo más. 

Michel – Sera difícil superarlo, ¿No creen? 

Viviana – Creo que si estamos juntos podremos hacerlo...llevara tiempo pero lo haremos. 

Antonio – La chica tiene razón...ahora están juntos en esto. Manténganse unidos y lograran superar cualquier obstáculo en la vida. (Mirando su reloj) Bien, aun queda mucho tiempo para llegar...traten de descansar. 

Belén – ¿En cuanto llegaremos? 

Antonio – Si seguimos a esta velocidad, llegaremos para las 8 a mas tardar. Mientras descansen...es mi turno de vigilancia. 

Viviana – (Hablando bajo) Ok... 

Benjamín – Recuerda devolvérmelo cuando lleguemos... 

Antonio – (Dudando al responder) ¡Seguro! 

La mayoría de las personas estaban durmiendo a esa hora, eran signos de cansancio. Más tarde, Michel también se durmió...y luego le siguio Viviana. Cecilia estaba recostada sobre mi, le dije que intentara dormir para relajarse un momento... 

Luego de que se durmiera, yo quede despierto un rato mas. Veía a los soldados hablando y vigilando los barcos, luego me pregunte, ¿Que había pasado con el resto de los soldados que quedaron en la ciudad? Habran de juntarse en el Monte 29 creo yo, a tratar de planear como asegurar la ciudad. ¿Mataran a los zombies? Eso podría costar un poco...bueno, mucho. 


8:26 p.m 

Luego de un largo y emocional viaje, habíamos llegado al puerto de Buenos Aires. Belén se despidió de todos nosotros y luego un soldado lo llevo directo a su casa en Boedo...también a descansar. Nosotros y el resto de los sobrevivientes fuimos llevados al albergue "Hogar Ggrrigos". Más de 2.300 personas eran trasportadas hacia allí...lo raro es que fuimos camuflados en camiones de carga, que según Antonio, es para evitar a la prensa y todas esas tonterías, y mientras, hacer una re-ubicación completa de toda la gente presente. 

El albergue "Hogar Garrigós" era enorme, y pudimos entrar todos allí. Cecilia, Viviana, Michel y yo no nos separamos por nada. Nos preguntaron a cada uno nuestros nombres...datos importantes, una muestra de sangre a cada uno, nos hicieron rellenar unos papeles y luego, para las 12 de la noche, los militares se retiraron y fue entonces donde por fin pudimos tener paz...nada que nos pueda molestar esta noche. 

Antes de irse, Antonio vino para despedirse de nosotros...ya que de ahora en adelante, el debía volver nuevamente a Formosa por un tiempo, para encargarse de los zombies. Al despedirse, nos pidió que nos cuidáramos...y a escondidas me devolvió la pistola y el cuchillo...y por si acaso, revise y vi que todavía conservaba las 2 balas. 

Antonio – Usalo con cuidado...no sabes cuando estarás en problemas. 


25 de agosto 2:51 a.m 

La mayoría estaba durmiendo, el ambiente estaba un poco fresco...aunque no tanto si estas dentro de uno de los tantos cuartos que tiene el edificio. 

Mientras dormía, en ese momento me despierto y veo a Cecilia que aun seguía despierta. 

Benjamín – Hey, ¿Porque no duermes? 

Cecilia – Hey...nada, solo no puedo dormir. Después de todo lo que paso estas dos semanas, me es imposible dormirme tranquila. 

Benjamín – Se que no lo es, pero...dormir te hará bien. Después de todo, dormir ayuda a despejar la mente. 

Cecilia – (Riéndose un poco )¿Ahora eres psiquiatra? 

Benjamín – No, pero eso es lo que tu quieres ser... ¿No? 

Cecilia – ¡Quería! Ese sueño termino la misma tarde del día antes de mi cumpleaños. La tarde en que el colegio fue atacado... 

Benjamín – No termino aun...si nos aceptan, podemos seguir el ultimo año aquí, en Buenos Aires. Conseguiremos nuevas amistades, nuevo colegio, nueva casa... 

Cecilia – Nueva vida... 

Benjamín – Es una oportunidad diferente a la que esperábamos pero tienes que aprovecharla...debemos aprovecharla, ¿Que dices? 

Cecilia – ¿Estarás conmigo para apoyarme? ¿Que pasara si no nos aceptan? 

Benjamín – Lo harán...no te preocupes. No voy a abandonarte...estaré contigo hasta siempre. (Riéndose un poco y dándome un beso). Vaya, ¡Ya extrañaba esa sonrisa! 

Cecilia – (Riéndose y abrazándome) Esta bien...terminaremos la secundaria, y voy a entrar en la universidad. Lo único malo es que no tengo familiares fuera de la ciudad...al menos para quedarnos hasta que consigamos una casa propia, ¿Tu los tienes? 

Benjamín – No, tampoco. Hey, no es hora de preocuparse de eso por ahora...mejor ven, conmigo dormirás bien. 

Cecilia – De acuerdo (me da otro beso y se recuesta sobre mi) No te separes de mi Benja... 

Benjamín – No lo voy a hacer... 


11:40 a.m 

Habíamos despertado en nuestro primer día sin estar infestada de zombies... 

Algunos soldados se encargaron de repartir el almuerzo a cada uno. (Algo temprano para almorzar, ¿No?) En ese momento escondí las armas para que no lo vieran...y después de semanas, volví a comer un almuerzo sano y decente, aunque voy extrañar los sándwiches que hacia el profesor. 

Los soldados actuaban un poco raro, parecían estar algo apurados...y nerviosos, cuando se acercaban a ciertas personas. Mientras, nos dieron la noticia de que se encontró muerto al gobernador de Formosa...y fue donde muchos aplaudieron, otros se pusieron algo tristes. 

Pues nosotros hasta brindamos, con agua... 

Estabamos hablando y riendo un rato mientras almorzábamos. Algunos ya incluso se fijaron en Michel o Viviana...no lo hacían por mi o Cecilia porque nos vieron juntos todo el día. 

Viviana es buena en química, física, bioquímica, cosas de laboratorio, medicina y todo eso. 

Cecilia es una buena persona, es calmada, alegre y divertida, algo callada pero sincera y honesta. Le gusta mucho la psicología y la psiquiatría. 

Michel es boxeadora y bailarina de danza, tiene una personalidad muy fuerte, honesta y directa, aunque tiene su lado débil para enfrentar algunas situaciones. El mi gran misterio que nos tiene a todos con una gran duda y curiosidad...es su brazo izquierdo. Desde que la conozco, ella tiene una venda que cubre todo su brazo. Durante años nos preguntamos, ¿Que fue lo que le paso? ¿Como fue que se lo hiso? 

En cuanto a mi...bueno, ¡Yo soy Benjamín! 

Como sea, más tarde, mientras seguíamos hablando tranquilamente...el ambiente se torno algo inquietante cuando los soldados comenzaron a irse tan temprano, luego le siguieron los trabajadores del lugar...era muy raro, parecían estar apurados. 

Entonces, suena el teléfono de Michel...era Antonio (¿Como fue que consiguió el numero?) 

Michel – ¿Antonio? ¿Que pasa? 

Antonio – Michel, ¡Salgan de ese edificio ahora! 

Michel – (Confundida y dudosa) ¿Que? Pero, ¿Que paso? ¿Porque tenemos que hacerlo? 

Antonio – Escucha, que no lo sepan todos o habrá mucha tensión. Van a destruir el edificio, (Fue entones donde se puso los pelos de punta) todas las personas van a morir allí...y si no salen antes que eso pase, también morirán. 


12:06 a.m 

Antes que Michel pudiera decir algo, dos helicópteros se aperen de la nada, trayendo un contenedor cada uno totalmente cerrado...y eso llamo la atención de la gente. 

Se preguntaban que habría adentro...lo único seguro es que bajaban hacia el patio del albergue. El primer helicóptero se movía hacia adelante y el contenedor comenzó a balancearse como un péndulo hasta que el cable se soltó y fue directo hacia el 2do piso...aplastando a muchas personas allí. Después el segundo tiro el contenedor en medio del patio, y luego se fueron...y fue entonces donde la pesadilla volvió. 

Ambos contenedores se abrieron y desde adentro comenzaron a salir zombies, el alboroto comenzó y la gente trataba de escapar, pero las puertas se habían cerrado, era imposible salir. 

Antonio – ¡Apúrense...ya! 

Michel colgó el teléfono, y entre los 4 buscábamos una salida...pero antes, un zombie se acerco hacia nosotros, pues Michel tomo el cuchillo y se lo clavo en su estomago, tirándolo por el balcón del segundo piso, desplomándose allí abajo. 

Nos separamos, Viviana agarro el cuchillo y se fue con Michel mientras que Cecilia y yo teníamos la pistola. Ellos fueron en dirección hacia las escaleras del 3er piso, mientras que nosotros intentamos bajar hacia el patio. 

La personas corrían para todos lados, golpeaban las puertas, si se tiraban del 2do piso puede que mueran por la altura...muchos se encerraron, había zombies por todos lados. Intentaban enfrentarse a ellos pero no tenían nada con que puedan defenderse. Vayamos donde vayamos, había gente obstruyendo el camino...y zombies intentando darte un beso. 

Entonces, antes de bajar las escaleras, Cecilia me toma del brazo para detenerme... 

Cecilia – Benja espera, ¿Ves todo esto? 

Benjamín – Si que lo veo, Cecilia debemos apresurarnos. 

Cecilia – Espera, ¿No recuerdas? Ese día...el día del ataque. 

Benjamín – No es momento para ponerse a recordar... 

Cecilia – No, ¿No lo recuerdas? Todos subían...y tapaban el camino. 

Cuando dijo eso, entonces recordé...y mire directo al 3er piso, era el único lugar al que nadie iba debido a que todos intentaban escapar por las puertas. Para llegar asta allí habría que cruzar todo el patio, evitando gente y mas que nada, a los zombies. 

Tome mi teléfono y marque... 

Benjamín – (Más tarde contesta) ¡¿Michel?! ¡Escúchame...diríjanse a las escaleras del 3er piso, Cecilia y yo trataremos de llegar allí cuanto antes! 

Michel – ¡Esta bien, de acuerdo! Iremos enseguida... 

Sin dudar, bajamos las escaleras y salimos hacia el patio. Allí estaba repleto de zombies comiéndose a muchas personas, los gritos desesperados de la gente corriendo por todos lados y escondiéndose en donde sea. No debía gastar las balas, así que tuve que envestir a algunos para quitarlos de mi camino y llegar rápido a las escaleras. 

Logramos localizar a Viviana y Michel. Corrimos y mas que nada, chocamos con mucha gente que corría del miedo...algunos hasta rezaban, sentían que ya estaban perdidos. 

Mientras algunos trataban de pelear y nosotros tratábamos de salir, algunos solo empujaban las puertas de salida...cosa que no se abrirán tan fácilmente. 

Cuando llegamos a las escaleras, subimos al 2do piso y nos encontramos con Viviana y Michel. Subimos hasta el 3er piso donde había mucha gente escondida y arrinconada... 

Michel – Van a destruir el edificio... 

Benjamín – ¿Que? (Hablando casi sin aire). 

Michel – Cuando tu primo llamo...dijo que van a destruir el edificio. Hace un momento me llamo de nuevo diciéndome que las bombas estaban colocadas desde antes de que viniéramos aquí. Hay soldados esperando a que nosotros salgamos...pero no pueden esperar mucho o los gritos llamaran la atención de los vecinos. 

Cecilia – Pero como vamos a salir...hay gente en todas las entradas, las únicas ventanas son las del 3er piso pero seria una locura si saltamos. 

Viviana – Hay telas... 

Cecilia – ¿Como? 

Viviana Michel, ¿Lo recuerdas? Amarramos las telas a algo que sea solido y fijo...podremos trepar por las ventanas hasta llegar abajo. 

Benjamín – O si es posible hasta uno de los arboles. Vamos...consigan todas las que puedan, hay que salir rápido o se cansaran de esperar. 

Agarramos todas las telas viejas que había en los muebles abandonados, atamos bien cada extremo, hicimos lo mas larga que llegaba. Buscábamos mas en otros cuartos, mientras seguíamos viendo a la gente, estaban muy asustado y preocupados como para seguirnos. 

Cuando entramos en uno de los cuartos, Cecilia vio a la amiga de su hermana Johana, Liz, quien estaba con su novio inconsciente y con una mordida en su cuello. 

Cecilia – Benja espera. (Deteniedome) ¿Liz? ¿Liz eres tu? 

Liz – ¿Cecilia? Cecilia, ¿Que haces...que haces aquí? 

Benjamín – Cecilia, hey...debemos irnos ¡Ahora, ya! 

Cecilia – No podemos dejarla aquí sola. Liz, ven con nosotros... 

Liz – No puedo (Con los ojos llenos de lagrimas), debo quedarme con mi bebe. 

Cecilia – Por favor ven, tienes que venir...o moriras. 

Viviana – Oigan, debemos irnos. ¡Vamos! 

Fui con las demás, lo hacíamos lo mas rápido posible y cuando la tela llego hasta unos metros del piso, lo atamos a uno de los marcos de la ventana y lo aseguramos. 

Michel fue la primera en bajar... 

Liz – Debes irte...anda, yo voy a estar bien. 

Cecilia – (Poniéndose triste) No puedo abandonarte, no puedo... 

Benjamín – (Volviendo para buscarla)Cecilia... ¡Cecilia debemos irnos ya! ¡Ahora! ¡Vamonos! Viviana ya esta bajando... 

Liz – No te preocupes por mi, voy a quedarme con él...creo que el me va a proteger. 

Cecilia solo quedo mirando a Liz con su novio recostado en sus piernas...quien ya dejo de respirar. Tanto yo como ella no aguantaríamos mas despedidas, pero debíamos irnos antes que nos abandonen aquí a nosotros... 

Luego, Cecilia bajo la mirada, y pensó en la única solución que quedaba por hacer... 

Cecilia – Benja, dame el arma. (Lo mire un momento y sin pensar...se la di). Liz escúchame...escúchame con atención, ¡Hey...escucha! Toma esta arma, tiene 2 balas...quiero que te la quedes y la uses. 

Liz – Pero no se usarla... 

Cecilia – (Corriendo una lagrima en su mejilla) Solo jala del gatillo... 

Liz – Gracias querida...muchas gracias, eres...siempre fuiste una gran persona. 

Benjamín – Ya hay que irnos, ¡Vamonos! 

Cecilia – Una cosa más. Si ves a mi hermana...dile que me perdone. 

Liz – (Solo se quedo mirándola y respondió con la cabeza) Benja, ¡Una cosa! (Deteniéndome en la puerta) Ella no te odiaba...espero que lo sepas. 

Benjamín – (Sin saber que decir...solo respondí con la cabeza) Adiós Liz. 

Fuimos corriendo hacia la ventana, donde a lo lejos Viviana y Michel nos esperaban con otros soldados. Cecilia bajo y de seguido me toco a mi...pero antes de perder de vista, vi como Liz apuntaba a su novio, quien comenzaba a despertarse. 

Cuando bajamos vimos como la gente intentaba cruzar las puertas y ventanas pero era imposible, estaban muy bien aseguradas. Uno de los mismos soldados que estuvo en el rescate con Antonio nos estaba esperando abajo...nos alejamos lo que pudimos y estando ya lejos, nos aviso que no veamos lo que se venia. 

Michel y Viviana comenzaron a llorar, solo se escuchaba gritos, y luego, se escucho un disparo...segundos después otro, y en eso Cecilia cerro los ojos y la abrace. 

Soldado – Bien muchachos...hagamos esto rápido. (Nos miro fijamente y luego levanto la vista hacia el edificio) ¡¡¡Ahora!!! 

El soldado jalo la palanca y el edificio exploto con las 2.300 personas adentro. La onda expansiva nos tiro a todos en el piso. Escombros por todos lados, muchos cayeron en plena calle, algunos rompiendo ventanas e incluso paredes...muchos cerca nuestro. 

1F2

Las chicas comenzaron a llorar por el trágico momento. Sentía ira y odio dentro de mi, quería hacer algo pero no sabia que. Fui y quise golpear al soldado que dio la orden de hacer explotar el edificio, pero luego otro soldado me detuvo a centímetros de él... 

Benjamín – ¡Maldito! ¡Eres un hijo de perra...un maniático que no tiene piedad! 

Soldado – Soldados, bien hecho... (Nos miro y se dio cuenta que dolió mucho lo que hicieron). Hay que salir de aquí, ya no queda mas nada que hacer...vayámonos. 


2:48 p.m "Parte de Cecilia..." 

Después de presenciar tan terrible explosión...llegaron bomberos, ambulancias, policías, maquinarias para esparcir los escombros por si alguien quedara vivo. Nosotros escapamos antes de que nos vieran...los soldados eran expertos y no dejaron ni un misero rastro de que estuvimos allí. 

Benjamín – ¿A donde nos llevan? 

Soldado – A un lugar seguro... 

Estuvieron conduciendo por varias horas, sin saber donde nos llevaban ya que no conocíamos Buenos Aires. Nadie se hablaba, mucho menos los soldados...ni siquiera nos miraban. 

Benja estaba a un lado, con su teléfono en mano...y al ver, estaba viendo la foto de una chica, creo que era la misma que había llamado el otro día, no recuerdo su nombre. 

Cecilia – ¿Quien es ella? 

Benjamín – (Volteando a mirar) Ya no es nadie... 

Borro la foto y luego apago su teléfono y lo guardo. No quise preguntarle porque lo hiso, solo fui hacia el y lo abrace, tenia ganas de llorar...pero él era fuerte. 

Más tarde, nos detuvimos frente a una enorme casa y nos dijeron que aquí nos bajáramos. Cuando nos bajamos, antes de irnos... 

Soldado – Lo siento chicos...siento que hayan visto eso, pero no teníamos opción. La presidenta nos ordeno que elimináramos a todos los sobrevivientes para que nadie sepa lo que paso en Formosa. Se que nunca nos perdonaran, pero es mejor que lo supieran. Querrán buscarlos, así que lo mejor seria no hablar de estos. (Sin saber mas que decir, enciende el auto) Discúlpenme, adiós chicos...cuidense. 

El soldado nos dio una llave, y luego el convoy se retiro. La casa parecía recién comprada...y cuando fuimos hacia allí, la llave coincidía con la cerradura. Entramos, estaba vacía y parecía que alguien ya vivió allí. No había nada, solo polvo y oscuridad. Pero, sobre la mesa había una nota, cuando lo tome, estaba escrita por alguien anónimo: 

"Quizás no me conozcas, puede que me hayas visto, cruzado o lo que sea...pero bueno, encontrarme es fácil, saber quien soy es lo de menos. Te dejare esta casa, se que no es mucha pero te servirá como algo futuro. Debes estar pensando, ¿Quien escribió esto? ¿Va dirigido hacia a mi? Lo único que digo ante esto...es que si lo estas leyendo, no tengas miedo y no dudes de ti, escapar de esa ciudad monstruosa solo fue un paso...todavía no termino. 

Se fuerte, el gobierno te buscara y dependerá de ti hacerles frente. 

Quien dice que...lo que hay en esa ciudad, no se hizo para alejar, sino para salvar. 


PD: En el sótano hay algo especial para tu amiga, se que ella lograra salvarnos, confió en ella." 

Continurá...

Advertisement